La encrucijada jesuita en Perú

El padre Emilio Martínez es el autor del libro os jesuitas en tiempos de la violencia 1980-1992
El padre Emilio Martínez es el autor del libro os jesuitas en tiempos de la violencia 1980-1992

El padre Emilio Martínez SJ relata en su libro Los jesuitas en tiempos de la violencia 1980-1992, los ataques que sufrió su Orden por parte de la organización terrorista Sendero Luminoso.

La encrucijada jesuita en Perú

“Sendero Luminoso (SL) nos consideraba el ‘opio’ del pueblo”, confiesa el padre Emilio Martínez SJ. “Éramos sus enemigos ya que teníamos presencia en los territorios que dominaban”, agrega. Así escribe en su libro Los jesuitas en tiempos de la violencia 1980-1992 (Fondo Editorial UARM, 2018) sobre los años de persecución contra su Orden por parte de la organización terrorista peruana.

El libro se basa en dos fuentes: el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), presentado el 23 de agosto del 2002, y el testimonio de más de 30 jesuitas. La Orden, fundada por San Ignacio de Loyola en 1534, sufrió un hostigamiento constante, amenazas de muerte e intentos de juicio popular por parte de SL. En cuatro distritos se desarrollan estos hechos: San Juan de Jarpa (Huancayo), Huamanga (Ayacucho), El Agustino (Lima) y la diócesis de Chimbote (Áncash).

“El daño más terrible se dio en Jarpa”, menciona Martínez. El centro social Promoción y Capacitación de Adultos (PROCAD) fue quemado el 17 de agosto de 1988 en ese distrito huancaíno. Sin embargo, no fue el único atentado. El 24 de diciembre de ese mismo año, a vísperas de la Navidad, la casa de la Orden fue atacada inesperadamente. “A nuestros compañeros los sacaron en autos a la plaza de Jarpa y les obligaron a lanzar arengas a favor de SL toda la noche”, manifiesta. 

                                                    Roberto Dolan - Jesuita

El sacerdote Roberto Dolán es uno de la orden jesuita que plantó cara al terrorismo de Sendero Luminoso.

 

Los riesgos que pasaron en Huancayo no se comparan a lo vivido en Ayacucho, a donde llegaron por pedido del arzobispo Federico Richter Fernández-Prada en 1986. En esta región del sur –según el informe de la CVR– se registró la muerte de 26,259 personas. Lo equivalente al 42.5% del total de víctimas a nivel nacional durante el periodo de violencia. 

Según el libro, los jesuitas tuvieron que convivir con los riesgos propios de un lugar de conflicto y, a veces, con amenazas veladas por opciones apostólicas. “Había una sensación de inseguridad constante por la guerra que había entre SL y las Fuerzas Armadas”, acota Martínez. 

La violencia terrorista contra los jesuitas también se trasladó a Lima. En el distrito de El Agustino, SL apuntó contra la Orden debido a que apoyaba a dirigentes vecinales. “Fuimos atacados ya que colaborábamos con Ofelia Lazo y Félix Guillén, quienes evitaban la infiltración de subversivos en los comedores populares y las parroquias”, recuerda.

Así se menciona al sacerdote Francisco Chamberlain, quien, con su liderazgo, acompañó a plantar lucha contra los terroristas.

En la ciudad de Chimbote no hubo una orden jesuita, pero existe una razón por la cual se le incluye en el libro: la labor del monseñor Luis Bambarén. El expresidente de la Conferencia Episcopal Peruana buscó la beatificación de los sacerdotes polacos Miguel Tomaszeck y Zbigniew Strzalkowski y del italiano Alejandro Dordi. Ellos fueron asesinados por SL el 9 y 25 de agosto de 1991.

                                                  thumbnail_No matarás ni con hambre ni con bala cortado

Manifestación en la ciudad de Chimbote tras el asesinato de tres sacerdotes a manos de Sendero Luminoso.

 

El padre Martínez SJ señala que la persecución de SL contra los jesuitas terminó por acabar con la vida de algunos sacerdotes como Juan Alarco, Carlos Smith y Roberto Dolán. Ellos tuvieron problemas de salud y fallecieron de cáncer. “Este libro es un homenaje a los miembros de nuestra Orden que dieron la vida por las 60 mil víctimas del terrorismo”, finaliza. @mundiario

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