Fallece Albino Mallo, periodista de los 'de raza'

Montiel, Sara, 1973
Albino Mallo entrevista a Sara Montiel en el Festival de San Sebastián de 1973.
Fue un informador, un escritor, de larga y fértil trayectoria, tal como aquella que en su tiempo siguieron Azorín, Fernández Flórez, Augusto Assía, Chaves, Xammar, d'Ors, Lugín, Vila-Sanjuán, Olano y Capmany, entre otros.
Fallece Albino Mallo, periodista de los 'de raza'

"Cuando a la vocación se une el trabajo, el carisma, la habilidad social, y se busca la oportunidad, el hombre inteligente da su fruto." Así comienza la sinopsis de la obra La aventura de un periodista que tuve la suerte de editar a Albino Mallo, ex delegado de la Agencia Efe en Chile, Uruguay y Galicia, y fallecido a los 91 años. Ese fue el aura que siempre rodeó a este conocido periodista que escribió miles de artículos y un buen número de libros narrando los incidentes que le sucedieron por ventura en situaciones y lugares muy heterogéneos. Albino Mallo fue un informador, un escritor, de larga y fértil trayectoria, tal como aquella que en su tiempo siguieron Azorín, Fernández Flórez, Augusto Assía, Chaves, Xammar, d'Ors, Lugín, Vila-Sanjuán, Olano y Capmany, entre otros.

La extensa geografía en que Albino Mallo vivió y los personajes y grupos que conoció pertenecen a lo más granado de la sociedad, la política, la economía, la literatura, la música, el teatro, la danza y el arte plástico, y el abrumador cine como arte exento; y lo que ayer se denominó «hi-life» [sic] y hoy high-life, jet-set... Afirmaba Albino Mallo que siempre evitó las ruedas de prensa prefiriendo el contacto directo con el personaje; lo cual fue uno de sus iniciales axiomas de trabajo, pues ya desde su juventud como estudiante de Derecho en Santiago de Compostela y colaborando en el muy recordado periódico verpertino La Noche, dio en entrevistar a las peregrinas figuras de: José Mojica, tenor mexicano y actor hollywoodiense, metido a franciscano; al entrañable director teatral José Tamayo, y al de aquella incipiente actor Paco Rabal.

Decía Albino Mallo que por aquellos años se interesaba por todo lo que fuera noticia, quizá porque comenzaba a gestarse el periodista que iba a ser. Así, no dudó en desplazarse a Pontevedra para entrevistar al pianista y director de orquesta, de fama mundial, José Iturbi; o vestir el smoking para acudir a un baile de gala en el club náutico de Vigo, donde la invitada principal era Evita Perón. Pero ya en ello y además de la clara vocación al periodismo que cualquiera percibía en Albino Mallo, debemos hablar de su constancia personal, su talento y su habilidad social, que es una mixtura de ingredientes que se forjó en los años cincuenta en Madrid, a donde acudió para continuar sus estudios de postgrado.

Allí mismo y de forma imparable prosiguió su camino colaborando con el diario Pueblo, donde trabajaba su amigo y popular periodista Antonio D. Olano, y en Radio Televisión Española, situada por entonces en un bajo comercial del Paseo de La Habana. Fue en este tiempo donde conoció a los nuevos y eternos personajes: Cary Grant, Sophia Loren o Salvador Dalí, a quien entrevistó en batín en una soleada y "abarrotada" suite del Hotel Palace del año 1956.

Habiendo obtenido la licenciatura en Ciencias de la Información, Albino Mallo extendió su labor profesional a diversos medios españoles, entre ellos La Voz de Vigo, La Voz de León, La Voz de Extremadura, La Voz de Guipúzcoa o el diario Unidad. Mas como expresaba, las minas principales de esta labor fueron los quince años vividos como periodista en el Festival de Cine de San Sebastián y los veinte años que estuvo al servicio de la agencia Efe, de lo que recordaba innumerables anécdotas ocurridas en el Hotel de Londres de San Sebastián, en la sede de la Agencia Efe en Santiago de Chile... que era un edificio de cuatro pisos de estilo colonial que Luis María Anson concibió como una segunda embajada española, y... en las muy diversas y nocherniegas salas de recepción, domicilios y otros múltiples y exóticos escenarios.

En fin, Albino Mallo desarrolló una brillante carrera profesional en la que no dejó de escribir, de entrevistar y mantener el contacto con personalidades que ayer y hoy brillan en el panorama mundial. Este es el caso de los actuales y recientes tenores Celso Albelo y Alfredo Kraus, de los bailarines Victor Ullate y Ángel Corella, de los escritores Mario Vargas Llosa y Arturo Pérez Reverte, o de grandes músicos como Juan Pardo, a quien le unía una entrañable amistad.

Pero más allá de la extensa vida profesional y las vivencias internacionales de este periodista de los llamados de raza, Albino Mallo Álvarez fue un hombre bueno, empático y trabajador. Un hombre que laboró en su profesión hasta el final de sus días. Dios lo tenga consigo. Descanse en paz. @mundiario

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