Democracia para el siglo XXI

Bandera de la UE y China./RR.SS
Bandera de la UE y China./RR.SS
Mientras EE.UU siga ensimismado en su hegemonismo, China y la Unión Europea ¿no deberían iniciar un diálogo para sustituir la rivalidad por la cooperación contra toda forma de dictadura teocrática y la dictadura de las grandes corporaciones multinacionales?
Democracia para el siglo XXI

Entre los grandes problemas para el siglo XXI, destacamos: El avance o retroceso global de la democracia, como reto para todo este siglo, que afecta al 100% de los “ciudadanos” del mundo. Vinculado al entendimiento entre China y la Unión Europea para promover la democracia “global”, que ambas partes entienden de forma muy distinta. 

En el documento de la Unión Europea de 2019 sobre sus relaciones con China se habla de “rivalidad sistémica” y de diálogo y cooperación. Los sistemas rivales son la democracia liberal occidental y la democracia de características chinas o meritocracia, que, en realidad, sólo serán rivales si se quiere imponer al otro o no se consideran dos sistemas posibles. 

Cada parte puede pensar que su sistema es el mejor: si hiciéramos una encuesta, la mayoría de ciudadanos chinos optarían por su sistema, y la mayoría de occidentales optarían por el suyo. Así se ha expresado, por ejemplo, en China, el 83% de los encuestados en un estudio realizado recientemente por la Universidad de Harvard.

¿Por qué se habla, entonces, de rivalidad, en lugar de hablar de diálogo o debate? ¿Sería posible aprender algo unos de otros en un tema tan importante?

Veamos qué significa democracia y cómo se entiende y practica en Occidente y en China, en diversas épocas, en un resumen simplificado, inevitablemente incompleto. 

La democracia liberal occidental

La democracia ateniense, Atenas, siglo VI: existe consenso en que esta ciudad-Estado fue la cuna de la democracia occidental.

Su democracia consistió en: 

Participación en el gobierno de la ciudad, de la “polis”, de todos los ciudadanos, con igualdad de derechos.

Asamblea de los ciudadanos, cauce de participación.

Pero el 90% no eran ciudadanos, sino esclavos. Y no participaban las mujeres.

La democracia según la Revolución francesa, S. XVIII

 Asamblea de todos los ciudadanos con todos sus derechos recién proclamados. También sin el voto de la mujer.

La Ilustración aportará un elemento más: la autonomía de la política respecto a las creencias religiosas o morales, el laicismo.

La democracia en el S. XIX-XX

Tras el fracaso de la Revolución Francesa, vuelven los absolutismos, las dictaduras y aparecen los fascismos

Los ciudadanos vuelven a ser súbditos, sin derechos; las religiones invaden la política.

La Democracia,  mitad del S. XX

Renace, en parte, la democracia, en algunos países occidentales, con derechos limitados

El resto del mundo (90%?) no son ciudadanos, sino súbditos coloniales, sin derechos, colonizados por las “democracias”, o esclavos, o discriminados por el color de su piel.   

La democracia tras II Guerra Mundial

Renace la democracia liberal en Occidente; en Europa, asentada en el estado de bienestar.

 En el resto del mundo: se mantienen muchas dictaduras y se extiende la democracia “formal”: elecciones, junto a pobreza y pocos derechos. 

Por ejemplo: India, “la mayor democracia del mundo”, puramente formal: hay elecciones junto a pobreza, castas, discriminación, poder de las religiones...

En general, la desigualdad dificulta la democracia posible.

Democracia tras la Revolución conservadora occcidental, 1980

Neoliberalismo económico, junto a restricción de derechos y libertades

El Occidente “democrático” quiere imponer su sistema al resto del mundo con golpes de estado: Chile, Argentina, Uruguay... O apoya dictaduras en el Golfo Pérsico, Myanmar, Indonesia, Filipinas, Yemen, diversos países africanos...

 La democracia liberal real sólo llega, aproximadamente, al 16% de la población mundial.

Democracia frente al terrorismo teocrático yihadista, 2000

El yihadismo teocrático ataca a la democracia liberal, que se defiende con guerras para derrocar dictadores: (Irak, Libia, Siria...), o para vencer a las teocracias yihadistas (Al Qaeda, Califato, talibanes…)

Estas guerras no traen democracia, sino caos, estados fallidos y expansión del yihadismo dictatorial.

Mientras, otras dictaduras teocráticas siguen firmes (Golfo Pérsico, Afganistán…) o difundiendo su ideología (Pakistán, el Sahel, Nigeria, Golfo de Guinea…)

La democracia liberal en el siglo XXI en perspectiva global

Deberá responder a los retos que plantea la historia:

        -la democracia no es firme, si no es para todos, con igualdad de derechos.

        -las diferencias, exclusiones y privilegios son antagónicos con la democracia real.

        -la democracia, como poder del pueblo, es autónoma frente a las creencias y las religiones.

        -la democracia no es un dogma, sino un objetivo político, con muchos grados y formulaciones diferenciadas.

         -el diálogo y el debate para alcanzar la democracia global deberá ser abierto, plural y constante.

Democracia china o meritocracia

También, en un resumen muy simplificado e inevitablemente incompleto.

Desde el siglo II (Dinastía Han) 

Un régimen imperial absolutista. El gobierno, por delegación del Emperador, está en manos de los mandarines, elegidos entre los más preparados, a través de unos exámenes muy exigentes para los diversos niveles de gobierno. Todos son súbditos, no ciudadanos.

Este régimen perdura en las sucesivas dinastías hasta 1911. Las Dinastías caen por su ineficiencia, con períodos de convulsión social, hasta que se restablece el régimen imperial con la nueva dinastía.

Continuidad del Imperio y del régimen imperial incluso con dinastías extranjeras (Mongoles, Qing). Y unidad, bajo los valores de la filosofía confuciana. Como resultado, el Imperio del Centro es el Estado más estable, más longevo, más rico y más avanzado tecnológicamente hasta mitad del XVIII, muy lejos de la democracia liberal occidental.

De 1911 a 1949

Caída del Imperio, sustituido por una democracia formal, sin base popular alguna ni estructura política, que produce caos, pobreza, y genera una dictadura incapaz de resistir las invasiones extranjeras y la II Guerra Mundial...

1949-1977

Se establece una dictadura comunista bajo el gobierno de Mao, como dictadura del proletariado, agravada por la Revolución cultural...

1978…a la actualidad

Apertura y Reforma en un proceso complejo y largo para desmantelar el régimen comunista y sustituirlo por un socialismo “chino”, bajo la dirección del Partido Comunista de China.

Se restablece el sistema meritocrático: gobierno de los mejores, para beneficio de la mayoría, con formas de elección y participación indirecta y muy regulada, con exclusión de la democracia liberal, siempre bajo la hegemonía política del Partido Comunista de China.

¿Rivalidad sistémica?

Para la Unión Europea es un “sistema rival” a la democracia liberal. Y, evidentemente, es un sistema que Occidente califica de “autoritario” / “dictadura”, opuesto a nuestra democracia liberal. Desde Occidente, nuestro sistema es el mejor y, por tanto, hay que empujar hacia él a China en la defensa de los derechos humanos. Y China piensa que su sistema es el que mejor defiende todos los derechos humanos. Dos formas “rivales” de entender la democracia.

Pero, si aspiramos a la democracia “global”, o sistema de participación de todos los ciudadanos del mundo en el gobierno para el beneficio de la mayoría; si aspiramos a que esa democracia se extienda a la gobernanza global, de la que aún estamos tan lejos, China y la Unión Europea son dos grandes potencias mundiales, con el 25% de la población y el 32 % del PIB mundial. Mientras Estados Unidos siga ensimismado en su hegemonismo, China y la Unión Europea tienen la responsabilidad de promover la democracia global. ¿No deberían iniciar un programa de diálogo para analizar cómo contribuir a la consolidación de la democracia real y la forma en que mejor defienda todos los derechos humanos para todos los ciudadanos del mundo? ¿No podrían sustituir la rivalidad por la cooperación contra toda forma de dictadura teocrática y la dictadura de las grandes corporaciones multinacionales? ¿No deberían promover un debate sobre los valores éticos de la filosofía de la Ilustración y de la filosofía confuciana como soportes de la democracia global?

Recordemos lo que Nixon le dijo a Zhou Enlai, ya en 1972: “Ustedes creen firmemente en su sistema y nosotros creemos firmemente en el nuestro... No les pedimos que renuncien al suyo, como ustedes no nos pedirían que renunciásemos al nuestro...”

Hoy, en 2022, no basta con respetar el sistema de gobierno de cada parte: es urgente pasar al diálogo sobre la democracia real, sobre cómo cada uno la construye y perfecciona con formas  de participación de todos los ciudadanos, para que la democracia global llegue a todos los ciudadanos del mundo y a la gobernanza global.

Este diálogo ya ha comenzado modestamente en muchos foros. Acabamos de participar, como Cátedra China, en un seminario internacional sobre Derechos Humanos, con la aportación de expertos de 14 Universidades e Instituciones chinas y de 10 países europeos, que resumimos en este artículo: serán necesarios muchos debates similares, durante muchos años, que favorezcan la cooperación entre China y la Unión Europea hacia la democracia y la gobernanza globales. @mundiario

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