Venezuela empezará a usar cajeros para retirar dólares en efectivo: ¿señal de dolarización oficial?

Cajeros
Un cliente retirando 60 dólares de un cajero automático / Pixabay.
No es una medida aprobada ni ejecutada por el Gobierno venezolano. El régimen de Maduro y su Ministerio de Finanzas no se han pronunciado al respecto. Se probarán inicialmente tres: en Caracas, Valencia y Barquisimeto.
Venezuela empezará a usar cajeros para retirar dólares en efectivo: ¿señal de dolarización oficial?

En medio del peor desorden y desastre económico de la historia de América Latina, y una de las peores administraciones en países productores de energía, específicamente de la energía que mueve al mundo; el petróleo, la atribulada Venezuela transita un camino similar a un limbo económico, comercial, industrial y monetario. 

El país ha perdido el 70% del tamaño y del valor de su economía desde 2014, más de 3.000 empresas han cerrado, la industria petrolera produce apenas 670.000 barriles diarios (la producción de crudo más baja del mundo) y su moneda local se ha devaluado en más del 20.000% en los últimos tres años frente al dólar estadounidense. A todo esto se suma el irrefutable hecho de que Venezuela es el país con la inflación más alta del mundo, es decir, donde más cara es la vida: 50.000% de incremento de precios al año.


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Aunque desde 2017 se inició un acelerado proceso de dolarización espontánea, desigual y desordenada con la entrada de capitales procedentes de los ahorros de venezolanos en el extranjero (especialmente en Estados Unidos), repatriación de fondos, el envío de remesas y el contrabando de gasolina y oro por la frontera de Venezuela con Colombia, el flujo de divisa estadounidense en efectivo dentro del país podría aumentar por encima de los 2.500 millones de dólares que actualmente promedia la liquidez de la masa monetaria verde en un país donde ahora hay más moneda norteamericana que venezolana, es decir, ahora hay más dólares que bolívares, pues la proporción de moneda local disponible apenas representa unos US$800 millones.

La hiperinflación hizo que el bolívar quedara en desuso y con una existencia prácticamente simbólica. Los venezolanos ya no usan su moneda tradicional. Ahora refugian el valor de su trabajo, sus ahorros, sus activos y sus patrimonios en la divisa de reserva mundial. 

Es por ello que Guillermo Scarpantonio, presidente de AKB Fintech, anunció que en Venezuela comenzarán a implementarse cajeros automáticos que dispensarán dólares en efectivo. En principio habrá solo tres, uno en la capital, Caracas, uno en Valencia (centro-norte del país) y uno en Barquisimeto (centro-occidente); tres de las ciudades más importantes del país. Esos cajeros otorgarán un máximo de 200 dólares mensuales y comenzarán a funcionar a partir del 7 de noviembre.

Esto implica que Venezuela cerrará el año con la prueba piloto experimental de una infraestructura bancaria con la que podrá comenzar a probar un sistema de dolarización parcial, pero que será muy potencial en la aplicación de eventuales mecanismos de expansión del flujo monetario dentro de un país donde, si bien el Estado tiene y concentra el monopolio de las divisas (tanto dólares como euros), es prácticamente imposible para los ciudadanos conseguir dólares mediante la compra formal al Banco Central o a algún banco privado, pues las sanciones de EE UU para presionar y forzar la salida del régimen de Nicolás Maduro han limitado casi a cero su acceso a dólares en el sistema financiero internacional, lo cual cercó la oferta de moneda estadounidense bajo un sesgo discrecional de uso para las altas esferas de poder del Gobierno. 

AKB Fintech es una compañía que presta servicios financieros para hacer operaciones entre comercios y estos puedan bancarizar internacionalmente sus dólares en efectivo. En su página web, se indica que están “establecidos en los Estados Unidos de América, específicamente en el estado de la Florida. Gracias a nuestra ubicación, podemos garantizar a nuestros usuarios la seguridad y transparencia que las leyes estadounidenses ofrecen. Además, nos encontramos adscritos al FinCEN, órgano regulador estadounidense, de las empresas financieras junto con el cual garantizamos una excelente operatividad”.

¿Prevé el Gobierno capitalizar esos dólares?

En un primer aspecto, esta medida supone una estrategia corporativa para que las empresas y comercios venezolanos puedan capitalizar sus fondos en dólares con un respaldo tecnológico que les garantice rentabilidad por el cobro de comisiones para el retiro de efectivo de los ciudadanos. Es decir, la empresa o comercio que desee instalar un cajero deberá pactar y negociar un contrato con AKB Fintech para recibir la infraestructura y permitir a los usuarios sacar sus fondos en metálico con la intermediación de esa empresa que adquirió los servicios de AKB.

No es una medida aprobada ni ejecutada por el Gobierno venezolano. El régimen de Maduro y su Ministerio de Finanzas no se han pronunciado al respecto. Sin embargo, no se descarta que el Estado busque la forma de capitalizar política y económicamente esta estrategia del sector privado para generar rentas que llenen el vacío causado por las sanciones de Washington, pues al caer la producción y las exportaciones de petróleo, dependiendo solo de la venta ilícita de oro (en euros), el Gobierno de Maduro necesita desesperadamente dólares que le permitan adquirir armamento, gasolina y cooperación técnica-militar, así como también el alivio de su descomunal deuda con China y Rusia, a fin de sostener su complejo aparato de poder con los monopolios de la alta jerarquía militar y empresarial que lo respalda.

Entrevistado en la cadena radial privada Unión Radio, el presidente de AKB Fintech dijo que “es un hecho”. “Vamos a empezar con esos tres, pero vamos a instalar más. Estamos en los detalles de prueba para que todo sea expedito y no suframos problemas”, detalló.

Lo que podría traer esta medida a un país económicamente asfixiado

Pero, ¿qué consecuencias puede tener esta expansión logística del sistema empresarial en Venezuela? Si bien no es una medida bancaria, podría llegar a la red de bancos privados, pues ya varias de las entidades financieras del país han abierto opciones de solicitud y creación de cuentas corrientes en dólares a fin de que los clientes naturales y jurídicos puedan depositar sus fondos en divisa estadounidense de forma segura sin poseer tantas cantidades de efectivo, que es el método de pago que ocupa la mayor proporción de las transacciones (53% de ellas se hacen con dólares) a nivel nacional junto con el pago electrónico vía Zelle, una plataforma de transferencias entre bancos norteamericanos.

"Esto es novedoso. Es un cajero que no va a funcionar con una tarjeta de débito o crédito convencional. Es una tarjeta virtual que genera la plataforma, que es una tarjeta que vas a poder tener en tu celular, con un código de un solo uso, y va a tener tu identificación y el monto que vas a retirar. Eso lo metes en el cajero y este te va a dispensar tu dinero", explicó el presidente de AKB Fintech.

Por lo tanto, el usuario recibirá en su teléfono móvil una notificación con un código especial que deberá introducir en el cajero, especificando el monto y su cédula de identidad, aunque no se ha dado a conocer si existirá la posibilidad de que los clientes puedan convertir su saldo en bolívares a la equivalencia en dólares en efectivo mediante la tasa de cambio oficial estipulada por el Banco Central de Venezuela (452.844 bolívares por dólar).

Además, el gerente dijo que el retiro máximo diario será de 200 dólares, mínimo de 20 dólares, en billetes de 5, 10 y 20 dólares. No habrá billetes de 50 y 100 dólares, los de más alta denominación y valor mundial cotizado, por un asunto de seguridad y facilidad en las transacciones. 

Scarpantonio señaló que no hay una posición de la Sudeban (Superintendencia de Bancos venezolanos) o el Banco Central de Venezuela sobre este asunto. "Este es un proceso tecnológico que no está regulado por una ley en específico. Estos cajeros son propiedad de quienes los tengan en su establecimiento", aclaró.

La posible estrategia del régimen de Maduro para capitalizar la dolarización

Entonces, esta infraestructura tendrá dominio y titularidad privada, lo cual es un tanto difícil en un país donde, si bien existen leyes que respaldan la propiedad privada, el Gobierno de Maduro posee una naturaleza de intromisión, intervencionismo y control absoluto sobre las finanzas empresariales para alimentar el presupuesto y el gasto público, es decir, una especie de ‘impuesto socialista’ que el chavismo mantiene en su agenda tal y como se lo planteó con la aprobación del cobro de entre 5% y 22% de IVA a las transacciones realizadas en dólares, medida creada en la Asamblea Constituyente (Parlamento paralelo) en 2019. 

¿Podría esa eventual intención del Gobierno reducir los incentivos de las empresas a participar en un esquema de créditos, presupuestos e ingresos netos totalmente dolarizado desde la plataforma del Estado? Probablemente sí, en la medida que el régimen de Maduro trate de sacar provecho financiero de esa jugada sin mostrarse abierto a una negociación interna con las empresas para allanar el camino a una dolarización comercial, pues la dolarización oficial plena de Venezuela es, en este momento, totalmente imposible, dado que las sanciones financieras, petroleras, comerciales y personales de EE UU para sacar a Maduro del poder bloquearían cualquier intento del actual Gobierno por acordar con la Reserva Federal (el Banco Central estadounidense) un acoplamiento de la economía venezolana al suministro de dólares desde Washington al Banco Central de Venezuela y a toda la banca privada y pública del país sudamericano. @mundiario 

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