Boric y Castillo anuncian que la cumbre de la Alianza del Pacífico se celebrará en Lima
El mandatario peruano recibe un espaldarazo, después de que casi se cancelara la cumbre, cuando el Congreso prohibió la salida del país de Castillo para acudir a México.
La cumbre de la Alianza del Pacífico no se cancela. El presidente del Perú, Pedro Castillo, y su homólogo de Chile, Gabriel Boric, han anunciado que la reunión de jefes de Estado de los países del bloque no se suspenderá, como había hecho el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y que tendrá lugar finalmente en Lima, aunque los detalles como la fecha exacta están todavía en el aire.
Los mandatarios han asegurado que la fecha será anunciada una vez que puedan consultarlo con los demás países del bloque, Colombia y México, aunque no se espera que haya complicaciones en esa cuestión. La cumbre se iba a llevar a cabo el 25 de noviembre, en la Ciudad de México, pero AMLO tuvo que cancelarla dada la imposibilidad de que Castillo pudiera asistir.
El viaje fallido de Castillo a México es la cuarta ocasión en la que el Congreso del Perú frustran los planes del presidente izquierdista. Según las leyes peruanas, el mandatario debe solicitar una autorización del poder Legislativo para poder salir del país, por lo que la oposición de Castillo que domina la Cámara ha conseguido evitar que el mandatario pudiera asistir a varios eventos internacionales, como la investidura de Gustavo Petro como presidente de Colombia.
“Vamos a darle continuidad a esta importante cooperación multilateral que tenemos entre los países de las cuencas del Pacífico de nuestra América, con lo que es hoy día el centro del mundo, que son los países del Asia Pacífico con América Pacífico”, ha asegurado Boric en el palacio de La Moneda, en una comparecencia conjunta con Castillo, de visita fugaz en el país vecino por el IV Gabinete Binacional entre Chile y Perú, así como la conmemoración de los 200 años de relaciones diplomáticos.
Castillo se enfrenta a otra destitución
Esta decisión se trata de un espaldarazo para el presidente peruano por parte de sus homólogos, todos integrantes del eje progresista de la nueva marea rosa en América Latina, ante la crisis política del país inca. Castillo debe tomar el testigo de la presidencia temporal del organismo de manos de López Obrador, pero los asuntos domésticos han sido difíciles para el mandatario desde que la Justicia comenzara un cerco en su contra.
Castillo atraviesa un complejo escenario político en su país. Este mismo martes un grupo de congresistas de la oposición han presentado una tercera moción de vacancia, equivalente a una destitución del mandatario, alegando una presunta “permanente incapacidad moral”, apuntalada por las recientes investigaciones por parte del Ministerio Público en su contra.
Se trata del mismo mecanismo constitucional que permitió la remoción de Alberto Fujimori y de Martín Vizcarra, pero Castillo ya ha salido airoso de dos aplicaciones de este recurso con poco más de un año en el poder. La oposición también presentó una segunda denuncia constitucional contra Castillo, su ex primer ministro Aníbal Torres y el resto de su gabinete, con la petición de inhabilitación de hasta 10 años por el rechazo de la petición de confianza que Torres presentó antes de dimitir de su cargo.
“He presentado una acusación constitucional contra los ministros que firmaron el acta que señala que el Congreso habría negado la confianza. Deben ser destituidos e inhabilitados cuanto antes. Hay que defender el Congreso de quienes sueñan con tener poder sin contrapesos”, explicó la congresista Adriana Tudela, de Avanza País, en su cuenta de Twitter. @mundiario
