Rotunda victoria de los partidarios de Alexis Tsipras en el referéndum de Grecia

Alexis Tsipras.
Alexis Tsipras.

La participación ha ascendido a cerca del 55%. El 'no' se impuso al 'sí' y ahora se abre una nueva etapa para Grecia y para el futuro de la eurozona y el euro.

Rotunda victoria de los partidarios de Alexis Tsipras en el referéndum de Grecia

La participación ha ascendido a cerca del 55%. El 'no' se impone al 'sí' y ahora se abre una nueva etapa para Grecia y para el futuro de la eurozona y el euro.

 

Los resultados oficales del referéndum convocado en Grecia dan la victoria a la posición de Alexis Tsipras, jefe de Gobierno griego. La participación ha ascendido a cerca del 55% y el 'no' se impuso al 'sí' de manera rotunda. Un dato del recuento: Con el 98% de los votos escrutados, el 'no' se imponía por más de 22 puntos de diferencia (61,29% frente a 38,71%). Ahora se abre una nueva etapa para Grecia y para el futuro de la eurozona y el euro.

Los electores griegos rechazaron en las urnas de forma contundente la propuesta de acuerdo con la UE del pasado 25 de junio. Lógico, pues, que los partidarios del primer ministro Alexis Tsipras celebrasen el triunfo del 'no' en la plaza Syntagma de Atenas. A su vez, el ministro de Economía, Yanis Varoufakis, insistió en que Grecia buscará un acuerdo con la UE. Pero el 'no' arriesga a Grecia a un corte de la liquidez europea, que podría llevar al país a la insolvencia y la quiebra técnica, y a una caótica salida de facto del euro: todo un descalabro. Claro que también cabe que la UE decida rescatar a Grecia, a pesar de este resultado. Es pronto para saber con seguridad lo que puede suceder, tanto en Grecia como en la eurozona. La reunión al máximo nivel de Francia y Alemania este lunes en París se presume como decisiva. No parece que las grandes decisiones pasen del martes, en el Consejo Europeo.

Un sinfín de riesgos por delante 
¿Significará el 'no' el desplome en pocas horas? Según explica el analista político y económico de El País Xavier Vidal-Folch, el corralito devendría crisis bancaria de caballo; la evaporación de la liquidez, crisis de solvencia. Solo el Banco Central Europeo (BCE) podría pararla, pero sin protección de un plan de rescate sería más que dudosamente legal: el Tratado rechaza la financiación directa de los Estados, también a través de sus bancos.
La secuencia seguiría con el default o suspensión de pagos del país. Y sin milagro alternativo, su salida de facto del euro. La nueva moneda, devaluada, arruinaría a las familias, y difícilmente aumentaría mucho las cuentas exteriores. Grecia casi solo exporta turismo y este sector está sobresaturado, la oferta de plazas es inelástica. El problema no es la deuda, es el crecimiento, concluye Xavier Vidal-Folch.

 

Con el 'no' en la mano, Grecia se adentra en "aguas desconocidas", como diría el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.

Si bien Alexis Tsipras argumenta que su posición en las negociaciones se podría ver reforzada, sus socios y la troika han advertido de que no habrá nada que negociar.

"Un no sería un no a Europa", dijo esta semana Jean-Claude Juncker, presidente de la Comisión Europea, sobre el voto negativo.

¿Pero se arriesgará eurozona a una ruptura definitiva? Es pronto para saberlo, pero en ese caso, Grecia estaría abocada a la quiebra y a la salida del euro.

Si hay salida del euro, el BCE retiraría la ayuda a los bancos de Grecia y el Gobierno de Atenas se vería obligado a improvisar una nueva divisa para gestionar pagos domésticos. La devaluación sería muy fuerte.

Francia y Alemania buscan una posición común para resolver la crisis de Grecia. Análisis de José Luis Gómez 

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