El presidente ucraniano, Volodímir Zelensky, ha generado el rechazo de la opinión pública por protagonizar recientemente una sesión fotográfica para Vogue junto a su esposa, Olena Zelenska. No tenemos que ser unos genios en relaciones públicas para decir que efectivamente es muy mala idea prestarse para una sesión de fotos para una revista de modas cuando estás en medio de una guerra.
La primera dama posa luciendo atuendos de diseñadores ucranianos, rodeada de escombros y soldados. Zelenska posa para el lente de la reconocida fotógrafa Annie Leibovitz y en cada fotografía se puede ver que claramente han embellecido un escenario que, sin querer ser dramáticos, está manchado de sangre.
"No tenemos ninguna duda de que prevaleceremos", dice la primera dama para la publicación. Por su parte, la reconocida revista de moda asegura: "Olena Zelenska se ha convertido en un actor clave: una diplomática de primera línea y el rostro de la carga emocional de su nación".
"Para las mujeres y los niños, que mi mujer esté aquí es un ejemplo. Creo que ella desempeña un papel muy poderoso para Ucrania, para nuestras familias y para nuestras mujeres", aseguró por su parte el presidente ucraniano.
El reportaje se ha visto desde afuera como frívolo, se entiende que se quiera llamar la atención sobre lo que sucede en Ucrania, pero posar para una revista de moda en medio de una invasión, no es la forma más inteligente de hacerlo... al menos en temas de aceptación y popularidad para la pareja presidencial. @mundiario
