3 claves para saber si eres sexualmente incompatible con tu pareja

Pareja apenada. Pinterest.
Pareja apenada. / Pinterest.

Las personas tienen sus propias fantasías, deseos eróticos y formas de expresar su sexualidad.

3 claves para saber si eres sexualmente incompatible con tu pareja

Las parejas pueden tener días complicados en cuanto a sexo se refiere. Cada quien tiene sus propios deseos eróticos que desearía cumplir a toda costa, pero es complicado cuando el otro no tiene la misma fantasía o simplemente se niega a probar porque no le parece o cree que es demasiado. Estas son tres claves para saber si eres o no, compatible con tu pareja:

1. Cero libido o libidos muy tibios

No solo basta con llevarse bien con tu pareja, es necesario mostrar pasión y deseo en cada aspecto de su vida, especialmente, en la cama. A veces, las rutinas sexuales no llegan muy lejos, y quedan en cumplir con el deber de mantener relaciones cada cierto tiempo. Luego, se vuelve una costumbre que las parejas llevan por mucho tiempo, hasta que son incapaces de darse placer mutuamente.

2. Gustos sexuales distintos

Cuando se está en una relación, desde sus comienzos, lo ideal es que las parejas tengan algunas cosas en común. Lo mismo ocurre en la cama. Si las parejas no gozan de gustos similares, difícilmente se atreverán a intentar lo que el otro desea o quiere. Puede que pasen la vida insatisfechos por la poca chispa que tengan y lo cerrados que sean para probar cosas nuevas y más divertidas.

3. Estar de acuerdo con los aspectos que incluyen a ambos

Es decir, las parejas deben concordar en el significado de la infidelidad o la monogamia. En el actual siglo XXI, las parejas son muy abiertas en cuanto a su vida sexual, y hay quienes deciden probar cosas nuevas con otras personas y mantener relaciones abiertas. Para muchos, los aspectos sociales del pasado, deben quedarse atrás, pero para otros debe prevalecer la pureza de la unión y sobretodo, el respeto. Las parejas ignoran esto, así que es importante plantear este tipo de realidades al inicio, para no llevarse un gran fiasco al final.

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