El verdadero rostro del tiranosaurio es revelado

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Ilustración de la cara del Daspletosaurus hornei encontrado en Montana (EE UU). / Dino Pulerá.

Un equipo internacional de paleontólogos halló un nuevo espécimen de la familia del teranosaurio rex, que muestra nuevos detalles de la cara que pudieron tener.

El verdadero rostro del tiranosaurio es revelado

El equipo de paleontólogos dirigido por Thomas Carr, del Departamento de Biología de la Universidad de Carthage de los Estados Unidos, descubrió un espécimen de la familia de tiranosaurios rex denominado Daspletosaurus hornei. El estudio ha sido publicado en la revista Nature, en donde especifican que el dinosaurio midió unos nueve metros de largo y dos metros de altura, y que además, vivió durante el Cretácico tardío hace 75 millones de años en la región de Montada de los Estados Unidos.

En el estudio explican que el dinosaurio evolucionó directamente de su primo lejano, el Daspletosaurus torosus, por medio de una extraña forma de evolución llamada anagénesis, que es cuando una especie se transforma gradualmente en otra nueva.

Aspectos interesantes

Según detalla el equipo científico, el proceso de la anágenesis es algo muy poco común en los dinosaurios, sin embargo, les ayudó a entender cómo eran. Caras escamosas, un hocico muy alto y con una alta sensibilidad táctil, no poseían labios, siendo parecidos a los cocodrilos.

Para poder tener una imagen real de cómo eran los dinosaurios, los científicos procedieron a comparar los cráneos encontrados con los de otras especies actuales, como los cocodrilos, algunos mamíferos y las aves; así llegaron a la conclusión de que los animales antiguos tenían una red sensorial compleja que llegó a funcionar como un sexto sentido. Los expertos llegan a comparar la red sensible con el sistema migratorio de las aves, o el poder que tienen las serpientes para controlar a sus presas, o incluso la habilidad que tienen los cocodrilos para identificar las distintas ondas del agua.

Así mismo, el equipo piensa que los dinosaurios llegaron a utilizar la red sensorial para cazar a sus presas, saber cuáles eran los mejores lugares para crear su nido y les ayudaba a manipular sus huevos de una manera segura. Carr y su equipo se encargaron de llevar las investigaciones mucho más allá, al desarrollar una gran parte del trabajo dentro del laboratorio, diseccionado aves y cocodrilos, unos parientes naturales de los dinosaurios. Gracias al arduo trabajo y a la tecnología a base de la radiometría, lograron identificar a una nueva especie con nuevas características que pueden ayudar a desenterrar muchos misterios de los antiguos habitantes del planeta Tierra.

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