Los transexuales podrán seguir sirviendo en el Ejército de Estados Unidos
En contra de las ordenes del presidente Donald Trump, el secretario de Defensa ha decidido frenar la expulsión de las personas transgénero de las tropas estadounidenses.
El Pentágono desafía a Donald Trump una vez más. El secretario de Defensa, Jim Mattis, ha tomado la decisión de no implementar la polémica orden firmada por el presidente estadounidense, en la que prohíbe a las personas transgénero servir en el Ejército.
Mattis ha aparecido para plantarse como un muro que obstruye la cruzada que ha emprendido Trump con la intención de terminar con la trayectoria de los transexuales dentro de las Fuerzas Armadas, la cual oficializó el pasado viernes al firmar un memorando legítimo. El general ha dicho este martes que mantendrá la política implementada por el expresidente Barack Obama, y que será responsabilidad de un panel de expertos decidir si los transgéneros pueden o no seguir en el Ejército de EE UU. Entre tanto, todo seguirá igual y estas personas podrán seguir sirviendo en sus puestos actuales con total normalidad.
“Nuestro esfuerzo siempre será hacer lo mejor para la eficiencia del Ejército que nos lleve a la victoria en el terreno de combate”, aseguró el jefe del Pentágono por medio de un comunicado, en el que también expone su decisión de convocar a un grupo del Departamento de Defensa y el Departamento de Seguridad Nacional, con el objetivo de promover la “preparación militar, letalidad y cohesión de la unidad”.
La medida que pone freno a la escandalosa orden de Trump, aparece tan solo unos días después de que la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), presentara una demanda contra el magnate neoyorquino en Baltimore, Maryland, alegando que la política presidencial “viola la protección de igualdad para los miembros del servicio transgénero, quienes ahora tienen serias razones para temer por sus carreras”.
De acuerdo con un estudio encargado por el Pentágono, la cantidad de transexuales dentro de las Fuerzas Armadas ascendía en el 2016, de entre 1.300 y 6.600 oficiales, dentro de un total de 1,3 millones de integrantes del cuerpo militar. Una alarmante cifra de personas dispuestas a servir a su nación que hoy por hoy continúan sin saber cuál será su destino.
