El remedio es peor que la enfermedad: las lluvias contaminan Galicia tras la ola de incendios

Incendios en Pontevedra, Galicia. YouTube.
Incendios en Pontevedra, Galicia. / YouTube.

Lo que parecía ser la gran cura que necesitaba la comunidad para mitigar las llamas, se ha convertido en un factor de riesgo que contamina las aguas y deteriora los suelos.

El remedio es peor que la enfermedad: las lluvias contaminan Galicia tras la ola de incendios

Los incendios que azotaron varias comunidades de España como Galicia o Asturias ya han cesado gracias al gran trabajo de especialistas, vecinos y de la llegada de las necesarias lluvias. Con las últimas, las llamas terminaron cediendo y el aire purificándose del terrible humo, pero lo que parecía ser el gran remedio, ha terminado por convertirse en la evolución de la enfermedad, puesto que las lluvias están arrastrando las cenizas al mar y a los ríos; además de seguir contribuyendo a la destrucción de los suelos.

Desde el año 2013, grupos ambientalistas están advirtiendo que gracias a los incendios varios valles y montes han terminado cediendo, convirtiéndose en pendientes llenas de cenizas que cada vez que llueve, se van convirtiendo en una capa densa de residuos de sedimentos negros que van llegando hacía los mares o ríos.

Ahora, con los recientes incendios y la llegada de la lluvia varios grupos ecológicos llaman nuevamente la atención en cuanto a la importancia de limpiar las zonas afectadas o de lo contrario, las aguas y los suelos terminarán muy contaminados. La agencia autonómica Meteogalicia ya anunció el comienzo de las lluvias que se irán acumulando y causando estragos poco a poco.

La Asociación para la Defensa Ecolóxica de Galiza (Adega) recupera un estudio realizado por edafólogos de la Universidad de Santiago en donde demostraron que en las zonas afectadas por el fuego y la llegada del agua, obtuvieron la pérdida de suelo de entre 13 y 17 toneladas por hectárea en un primer año. Además señalan que con una sola semana de fuertes incendios y lluvia, en donde la provincia de Pontevedra perdió 4.750 hectáreas, tras la erosión y el continuo arrastre la zona “podría movilizar un mínimo de 64.000 toneladas de sedimentos hacia las zonas bajas, ríos y rías”.

Una perdida “irreversible”

Adega explica que los resultados de estos fenómenos son de carácter “irreversible”, puesto que el deterioro de los suelos y la contaminación del agua son cuestiones que no pueden curarse o repararse, determinando así la pérdida de los recursos naturales de la zona. Señalan el “envenenamiento de las aguas”, “la muerte de los bancos marisqueros” y “los desbordamientos e inundaciones” como los potenciales peligros.

El País obtuvo las declaraciones de Federico González, expresidente de la Asociación Española de Teledetección, quien analizó todas las áreas afectadas por los fuegos gracias al sistema EFFIS-Copernicus de la UE. En total Galicia perdió 9.143 hectáreas, Asturias perdió 5.021 hectáreas y en el casó de León resultaron unas 1.413 hectáreas afectadas. @mundiario

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