Las lecciones que deja el atentado perpetrado en Las Ramblas
Los terroristas ya no tienen objetivos específicos, hacen uso de los vehículos más comunes, actúan en grupos pequeños y los esfuerzos de la policía funcionan a contrarreloj.
En los últimos 13 meses el Estado Islámico ha ido asustando a la población mundial gracias a atentados perpetrados en las principales ciudades de los países europeos. Alemania, Francia, Suecia, Reino Unido y ahora, España han sido los blancos del grupo terrorista que no para de crecer a través de pequeñas células que se gestan en las narices de las autoridades y que visionarios como Oriana Fallaci predijeron.
El atentado en Barcelona, específicamente en Las Ramblas –uno de los destinos turísticos más transitados del mundo- dejó al descubierto, nuevamente, que lejos de perder terreno, los terroristas siguen creciendo y reclutando adeptos dentro de sus filas y en las capitales europeas. El ataque fue planeado por una muy pequeña célula conformada por 12 personas, en su mayoría jóvenes.
Pero lo de Las Ramblas, además de revelar que el mundo no está preparado para enfrentarse correctamente a los terroristas, también demuestra que los terroristas ya no se concentran en objetivos específicos, es decir, ya no son los estadounidenses, británicos o franceses los enemigos, son todos aquellos que piensan diferente y por lo tanto, son el enemigo. Por otra parte, también dejó al descubierto que la seguridad de los cuerpos policiales funciona, pero no siempre.
En una primera instancia, tenemos que hablar de las tácticas utilizadas por los terroristas, en donde buscan vehículos grandes como camiones o furgonetas para embestir en los lugares menos esperados y más transitados como grandes mercados turísticos o fuentes por donde transitan millones cada día. Lo peor del caso, es que las células actúan para emular lo que han hecho otros, ellos ven a través de las redes y la TV lo que pasa y deciden por sí mismos reunir un grupo pequeño para proceder contra la multitudes que suelen estar conformadas por personas de diversas nacionalidades.
En Las Ramblas no importó si las personas que por allí transitaban eran españoles, egipcios, latinos… lo que importaba era acabar con la mayor cantidad de vidas posibles para dejar un mensaje claro: los actos violentos seguirán y se extenderán por todos los países enemigos del Estado Islámico.
Los lugares importan mucho, porque los terroristas eligen sitios simbólicos o especiales que suelen ser muy concurridos. El concierto de Ariana Grande en Manchester, el importante puente de Westminster, una fiesta en Niza, un club gay en Orlando y Las Ramblas, capital del color y las flores de Barcelona.
Por último hay que hablar de la fuerza policial, que en muchos casos y países, ha sido muy exitosa, pero que no siempre puede evitar los ataques terroristas por una razón muy simple: el radicalismo ha avanzado con pasos agigantados. Ahora, hay más células en todo el mundo que se han propagado sin control y que amenazan a todos los que piensen distintos.
