La política educativa del ministro José Ignacio Wert es rancia, impositiva y clasista

El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert Ortega.
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert Ortega.
Al margen de cualquier ideología, la educación debería de ser consensuada por profesionales que no impongan criterios económicos o políticos. El debut de Tzane G. Lago en MUNDIARIO.
La política educativa del ministro José Ignacio Wert es rancia, impositiva y clasista

La educación tiene que ser el fundamento de cualquier nación, el primero... Un estamento sagrado y público donde la riqueza del saber y la investigación estén al alcance de todos, para motivar, enseñar y evaluar de forma coherente cualquier materia y capacidad artística que tuviera cualquier persona, potenciando su talento, promocionando posteriormente su salida profesional sin trabas, ni trampas, ni olvidos… Cuidándola. Por eso mismo, el profesorado tendría que ser el estamento mejor pagado y valorado, porque en sus manos, en su profesionalidad y experiencia, se sostiene el futuro de un país. Cuando alcanzamos derechos tan fundamentales no los podemos perder, ni recortar en función de quien gobierne o el problema económico que exista. Cualquier político honesto debería de quitarse de su sueldo antes que tocar la educación… y la sanidad, por supuesto.

Independientemente de cualquier ideología, la educación debería de ser consensuada por profesionales que no impongan criterios económicos o políticos para desarrollarse, sino más bien aptitudes, para fomentarlas en organismos públicos que ofrezcan todos los medios, haciendo que todos encuentren su camino y que ese sea el mejor.

La educación en todo su amplio sentido tendría que entenderse como el núcleo donde no existe diferenciación en cuanto a clases sociales. Donde estudiar pasara de ser un privilegio medieval muy caro a la formación y especialización de cualquier persona, idea, de toda aptitud, desarrollando al máximo toda esa imaginación con la que llegan los niños, y donde, desgraciadamente, se la capa el sistema, salvándose cuatro.

No son números, los alumnos son personas a las que hay que apoyar, enseñar a pensar, entender, escuchar... del mismo modo que se les debería de enseñar a respirar, a afrontar cualquier problema, a anular ese sentimiento de que están solos o de que no pueden llegar... dentro de un estado de competencia brutal y sálvese quien pueda.

La política del ministro José Ignacio Wert, en cualquiera de sus ángulos, es rancia, impositiva y clasista. El resultado, desgraciadamente, lo sufriremos si no somos capaces de hacer entender a nuestros políticos que están ahí para representar y diseñar lo que queremos, pero no lo que ellos quieren.

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