La demencia se podría triplicar en los próximos treinta años

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El alzheimer, una demencia que amenaza.

La demencia se está convirtiendo en la próxima pandemia del ser humano. Su incidencia se podría triplicar para 2050. Procede evitar la estigmatización y aislamiento de los pacientes.

La demencia se podría triplicar en los próximos treinta años

Según datos publicados en el informe “El impacto global de la Demencia 2013-2050”, hay unos 44 millones de personas en el mundo que padecen demencia. Esta cifra se verá aumentada a 76 millones en 2030, y 135 millones antes de 2050.

Este informe revela cómo esta enfermedad está teniendo un incremento más que notorio. Cabe esperar que este aumento se produzca en los países más desarrollados, donde la esperanza de vida y los recursos sociosanitarios hacen que la población viva más años. Este aumento en la esperanza de vida hace que la gente enferme más por problemas neurodegenerativos que por causas higiénicosanitarias, como ocurre en los países más desfavorecidos. Sin embargo, este informe revela que la demencia es una enfermedad con carácter global. Aunque los países más desarrollados, como son los pertenecientes al G8, son lo que presentan más carga epidémica, poco a poco las personas de los países menos desarrollados irán padeciendo esta enfermedad en el año 2050. Este hecho se deberá a la escasa o nula capacidad de estos países para desarrollar sistemas íntegros de protección social y cuidados de salud y sociales.

La demencia es un síndrome que implica el deterioro de la memoria, el intelecto, el comportamiento y la capacidad para realizar actividades de la vida diaria. Es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en el mundo entero. La demencia tiene un impacto físico, psicológico, social y económico en los cuidadores, sus familias y la sociedad en general. En general, hay poca conciencia social frente a la demencia. Muchos de los enfermos se sienten estigmatizados por esta enfermedad y poco comprendidos, lo que puede provocar su desapego en la sociedad así como la falta de accesibilidad a los recursos sociosanitarios de la sanidad.

Tanto por su impacto social como por su impacto económico, son muchos los programas que nuestra sanidad está llevando a cabo con el objetivo de concienciar a la sociedad de la importancia de esta enfermedad. Dichas campañas tienen como objetivo ayudar a concienciar tanto a enfermos como a sus cuidadores de lo que la demencia supone para ellos.

La Farmacia Comunitaria no es ajena a esta enfermedad. Prueba de ello son las numerosas actividades de salud pública realizadas por los farmacéuticos. Gracias a su accesibilidad y confianza que los pacientes nos depositan, podemos dar todo el apoyo e información que requieren.

Un gran ejemplo es el Proyecto Know Alzheimer. Un proyecto en el que médicos, farmacéuticos y cuidadores unen esfuerzos  para sentar conjuntamente las bases para mejorar la atención al paciente con Alzheimer.  Este estudio ha puesto de manifiesto la realidad del Alzheimer en España, gracias a la realización de una encuesta a más de 1700 participantes. Se han valorado las actitudes, los conocimientos y las necesidades de los colectivos que participan en el manejo del paciente con enfermedad de Alzheimer. Con este estudio se ha puesto de manifiesto las necesidades específicas de cuidadores, neurólogos, geriatras, médicos de atención primaria. Entre estas necesidades se encuentran la mejora en el diagnóstico y el tratamiento, una formación más específica para profesionales sanitarios y cuidadores, manuales multidisciplinares consensuados para mejorar el manejo del paciente con Alzheimer, así como nuevos genéricos de Memantina, Galantamina y Rivastigmina, lo que supondría un avance en el acceso a los tratamientos.

Una vez más, el trabajo multidisciplinar pone al descubierto las carencias existentes en nuestra esfera sociosanitaria, pero a su vez permite un trabajo consensuado en el que fortalecer lazos de trabajo en aras de mejorar la salud pública de nuestra sociedad. Desde las altas esferas que nos gobiernan, deberían promover más este tipo de trabajo y permitir la labor asistencial de los profesionales sanitarios.

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