De cómo el ADN de los seres queridos puede convertirse en tatuajes

Tatuaje. Pexels
Tatuaje. / Pexels

Los tatuajes han sido desde siempre una opción perfecta para aquellos que buscan rendir homenaje a un ser querido o bien llevar para siempre en la piel el recuerdo de esa persona especial. Pero, ¿qué tan lejos se puede llegar siguiendo esta tendencia?

De cómo el ADN de los seres queridos puede convertirse en tatuajes

Los tatuajes han sido desde siempre una opción perfecta para aquellos que buscan rendir homenaje a un ser querido o bien llevar para siempre en la piel el recuerdo de esa persona especial. Pero, ¿qué tan lejos se puede llegar siguiendo esta tendencia? ¿Te imaginas un tatuaje elaborado con una tinta cuyo principal componente sea el ADN de un ser cercano? 

Puede parecer extravagante e incluso exagerado, aunque es una realidad. Se llama Everence, fue creada por Patrick Duff y es una sustancia que te permitirá llevar contigo toda la vida –literalmente- el ADN de quien quieras. Se trata de un polvo sintetizado a partir de una muestra de ADN, que en muchos casos viene de las cenizas que dan como resultado la cremación. Dicho polvo, que se almacena en un pequeño frasco, posteriormente es entregado al tatuador para que éste lo añada a cualquier tipo de tinta, tal como explica el diario español El País.

Según el reconocido diario The New York Times esta idea surgió en una playa de Florida, cuando Patrick Duff, el responsable de la novedosa tendencia, se planteará llevar los llamados “tatuajes homenaje” un paso más allá. “En ese momento pensé: ‘¿No sería genial convertir ese tatuaje en un relicario?’, ¿Poner un pedacito de algo que le importara, incluso una parte de tu esposo, en el tatuaje?”, ha dicho Duffy en una entrevista con el medio estadounidense.
Cuatro años después de aquel cuestionamiento nació Everence, que Duffy patentó junto a otros cuatro socios y hoy en día figura como una de las mayores novedades en materia de tinta para el cuerpo.

 

En esa línea, los responsables del ambicioso proyecto han explicado que el proceso para obtener el producto es bastante sencillo: los clientes que están interesados en utilizar su técnica le envían sus muestras de ADN. Una vez en sus manos, ellos pulverizan, esterilizan y guardan el ADN en cápsulas microscópicas de plexiglás –material que tiene otros usos médicos como en la cirugía cosmética-. Es este recubrimiento el que permite que el ADN no sea absorbido por el cuerpo y quede en la tinta permanentemente, detalla El País.

Respecto a los riesgos, los expertos aseguran que esta práctica no supone peligro mayor que aquel que ya conlleva un tatuaje regular. De hecho, en este punto resulta preciso destacar que Everence adoptará la designación de “cosmético” que otorga la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos en EE UU).

Eso sí, llevar el ADN de alguien que quieres en tu piel no será nada barato. “Everence costará 650 dólares, lo que incluye el kit, el proceso de elaboración del polvo y el envío al cliente unos meses después”, ha explicado Duffy, al tiempo que ha dejado claro que la tinta no tiene por qué ser solo de humanos, pues la empresa también trabaja con el ADN de perros, gatos o “cualquier otro amigo peludo”. @mundiario

 

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