¿Realmente este hombre (Cañete) se dará cuenta de que su madre es una mujer?

Miguel Arias Cañete.
Miguel Arias Cañete.

Si no recuerdo mal, más o menos la mitad de la población de España son mujeres. A ver qué cara se le queda al candidato Arias Cañete cuando se dé cuenta... 

¿Realmente este hombre (Cañete) se dará cuenta de que su madre es una mujer?

Si no recuerdo mal, más o menos la mitad de la población de España son mujeres. A ver qué cara se le queda al candidato Arias Cañete cuando se dé cuenta... 

Podría mentiros, quedar de intelectual, de mujer culta, pero no me gusta ese estilo. Como el 98 por ciento de la población mundial, yo me he enterado de que hoy es el 296º aniversario del nacimiento de María Gaetana gracias al homenaje que le ha rendido Google. Una mujer que, a pesar de la época que le tocó vivir, destacó como matemática y filósofa. Pasado tenebroso en el que las mujeres tenían que conformarse con tener una infancia en la cual aprender a cocinar y coser, para después, poder tener a sus maridos contentos. Con un poco de suerte, tenían una pareja que realmente las quería; otras no acertaban los números de esa lotería y acababan casadas con una persona que ni conocían por una cuestión estúpida de unir tierras.

Pues bien, este 16 de mayo, después de ver la cara de María Gaetana en la página de inicio de mi portátil y recordar las palabras que le había dedicado mi profesor de Filosofía en el instituto, tuve que leer las palabras que el señor Arias Cañete ha dedicado a todas las mujeres, ya no de España, de todo el planeta, incluida su madre, sus tías, sus primas, sobrinas… No sé si tiene hijas, estaría interesante saberlo; pero bueno, innecesario. ¿Realmente este hombre se dará cuenta de que su madre es una mujer? ¿Y su esposa?

Juro que si mi marido fuese un político cualquiera y yo, orgullosa de él, me sentara a ver su entrevista en televisión y escuchara esas palabras, aparte de avergonzarme profundamente, posiblemente le tiraría un jarrón a la cabeza, esperando tener muy buena puntería. Sí, ya lo dice mi hermana, soy una tía visceral.

Y lo peor no es eso, no. Lo peor es verlo hoy en el telediario, alabando a todas las mujeres que se han cruzado con él en su carrera política, una tras otra, y la cara de Dolores, mi amiga, toda sonriente detrás de él. Quizá ella no vio la entrevista. Me imaginaba que, después de hablar de Loyola de Palacio, García Tejerina y demás, sonreiría mucho y diría algo así como “Cariño, a ti también te respeto y admiro, no me hagas dormir hoy en el sofá”, a la vez que tiraba besos a la cámara.

He de decir que, a pesar de no estar de acuerdo con sus palabras – evidentemente, sino no estaría escribiendo esto – enfrentarse a todas las mujeres que lo rodean sólo por justificar un debate insípido. ¡Ole esa valentía! Como se le hayan echado todas encima… lo compadezco. Un debate con una mujer no es complicado, lo difícil es enfrentarse a la que has menospreciado. ¡Imaginaros una veintena, o incluso más! Sin contar, por supuesto, al resto de mujeres que han escuchado o leído lo que ha dicho. Sólo tiene que echar un vistazo a los comentarios que hay por las redes sociales…

Aparte, por supuesto, de que si quieres convencer a la población de que te vote, de que eres su mejor opción, no puedes insultar la inteligencia de, más o menos, la mitad de las personas de este país cuando ese acto no es precisamente de lucidez. Aunque también debería ser muy simple hacer las cuentas bien y que cada uno tuviera lo suyo, pero solo hay que ver las noticias día a día. Corrupción y más corrupción de unos y otros. Y así, lo que podía ser simple es complicado, y lo que debería ser respeto acaba siendo un acto vejatorio. Se supone que ahora todo el mundo tiene una mente abierta y moderna y, por lo que se puede ver, vamos hacia atrás, como si fuéramos cangrejos.

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