¿Merecen credibilidad las palabras de Otegui sobre las víctimas de ETA?

Arnaldo Otegui. / elpais.com
Arnaldo Otegui. / elpais.com

Los homenajes a los asesinos y el silencio de EH Bildu ante el acuerdo de condena a ETA propuesto por todos los grupos del Parlamento Vasco, parecen negarlo. 

¿Merecen credibilidad las palabras de Otegui sobre las víctimas de ETA?

Las sucesivas declaraciones de Otegui de los últimos días han generado reacciones muy variadas. En unos, rechazo porque no piden perdón ni a los familiares de las víctimas que fallecieron, ni a los que siguen sufriendo las consecuencias de los atentados.

Los más escépticos, tras el anunciado objetivo de EH Bildu de conseguir la libertad de los 200 presos de ETA y su pragmático propósito de apoyar a la actual coalición de gobierno para que dure seis años, creen que existe un pacto oculto.

Otros consideran que se trata de un paso insuficiente hacia la reconciliación, que debería completarse con una petición expresa de perdón.

Ante la pregunta concreta de Pablo Casado a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, acerca de si liberaría a los 200 presos de ETA, la respuesta fue contundente: “Un no rotundo”.

Otro hecho íntimamente relacionado con este suceso: todos los grupos del Parlamento Vasco, salvo EH Bildu, acuerdan una declaración de "firme condena" a ETA.

Finalmente, los homenajes populares a los presos vascos, con apoyo de ciertos partidos políticos, han crecido de forma de forma llamativa últimamente.

credibilidad de Otegui

Ante estos hechos, ¿qué credibilidad pueden tener las palabras de Otegui, leídas, y por lo tanto muy estudiadas para no decir más que lo que quería decir.... sin apenas levantar la mirada?

Parece legítima la incredulidad de unos y la desconfianza de otros, al recordar tantas promesas de Sánchez incumplidas, sobre pactos con EH Bildu y Podemos.

Otegui dijo una gran verdad: España está en manos de EH Bildu y Ezquerda Republicana. Esta es la causa de la situación en la que nos encontramos, dado el peso que tienen en el Congreso de los Diputados los partidos nacionalistas, en relación con el número de votos que obtienen, como consecuencia de un sistema electoral absurdo, que PP y PSOE han descartado cambiar en ninguna de sus mayorías absolutas mediante una acuerdo de ambos, porque uno y otro han pasteleado con los independentistas para asegurarse la investidura. Nadie, pues, puede tirar la primera piedra.

Así las cosas, parece que el objetivo de EH Bildu es desbancar al PNV en las próximas elecciones autonómicas, con el apoyo del PSOE; por eso Otegui acepta mostrarse compungido, pero menos -porque exige libertad para sus presos y rechaza la condena a ETA en el Parlamento Vasco-, al tiempo que promete a Sánchez apoyar sus presupuestos. Uno y otro se amanceban para mantenerse en La Moncloa y para entrar en Ajuria Enea.

Admitiendo, como ya he dicho, que la declaración de Otegui no es coherente con los hechos expuestos, me gustaría añadir algo sobre el perdón. El perdón –pedirlo y concederlo- pertenece a la esfera íntima del ser humano. Pretender algo así como una “legalización del perdón” a través de una institución –en este caso un partido político-, me parece antinatural, forzado y hasta ineficaz, porque a nadie se le puede constreñir a pedirlo, ni tampoco sería ético influir en quien podría concederlo.

Ahora bien, promover desde las instituciones públicas y partidos políticos actitudes encaminadas al perdón –recordemos los encuentros entre víctimas y victimarios- y desaprobar expresamente, no participar, y hasta prohibir homenajes a quienes mataron, sí podría hacer creíbles las palabras de Otegui. Tristemente, el ambiente no  parece propicio. @mundiario

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