Consumido el tiempo de descuento, entramos en la prórroga política
Finalmente no se formó Gobierno, contra lo que pensábamos el 20% de los encuestados. Pero volver a votar ¿para que en vez del número negro salga el número rojo en la ruleta española?
Comencemos con un un análisis:
> La abrupta carrera hacia la meta del Poder Ejecutivo pasa por el dominio en el Legislativo y éste, por la soberana voluntad del pueblo, dicho sin prosopopeya ni ironía.
> Si se hubiese votado por mayoría absoluta a un partido, no habría necesidad de pacto alguno.
> Las mayorías absolutas no son para un país escaldado de varias seguidas.
> La Constitución no prevé tanda de penalties después de la prórroga.
> Si casi nada cambia tras el 26J, los culpables serán los árbitros: el partido que no se abstuvo en la propuesta de un Gobierno de izquierda-Centro Derecha y el partido que no se abstuvo en la propuesta de un Gobierno de Izquierda-Centro Izquierda.
Como nuestra columna de hace unos días fue ilustrada con las efigies más o menos veras de Rajoy y Sánchez, lo diremos inequívocamente: los responsables son Mariano y Pablo, sus cabezas visibles.
Dentro de dos meses, si ustedes vuelven a votar -si se abstienen, absténganse de toda crítica- reflexionen sin pausa.
Lo mismo si llegan a las urnas por la Derecha, que por la Izquierda.