Listos para hacer más Dinero Fácil con la segunda temporada que llega a Netflix

Dinero Fácil: La serie. / Netflix
Dinero Fácil: La serie. / Netflix
Después de un año la mafia sueca está lista para volver y generar más dinero de una manera no tan legítima, pero sí fácil o al menos eso creen. 
Listos para hacer más Dinero Fácil con la segunda temporada que llega a Netflix

Dinero Fácil: La serie, dirigida por Jesper Ganslandt y Måns Månsson, está basada en la novela original sueca de 2006. Estrenó su primera temporada el 7 de abril de 2021, con 6 episodios en donde se cuenta la batalla empresarial de Leya (Evin Ahmad), una madre soltera a la que se acompañará en la historia. 

Leya tiene un negocio que promete revolucionar el sistema empresarial analizando el éxito o el fracaso de cualquier negocio mediante reacciones en las redes sociales. Esto le funciona con su primer cliente y resulta ser un éxito; sin embargo, su principal inversor aprovechará su posición para tratar de echarla de su propio logro.

A partir de esto es que la protagonista comenzará perder la esperanza por conseguir dinero legítimo al descubrir cómo es en verdad el salvaje mundo de las startups, los negocios, el crimen, el abandono social, el clasismo y las élites; por lo que usará sus conexiones criminales para hacer dinero fácil.

Lo bueno

Fuera de la línea narrativa principal, la serie trata un contexto social de Suecia muy importante; el de la vida criminal, tanto en las calles como en las oportunidades laborales dentro de los rubros más formales, la yuxtaposición entre el narcotráfico y la vida empresarial.

A pesar de que se involucra en los diferentes aspectos personales de los protagonistas, expone una realidad de la sociedad en Suecia, la crueldad que se puede encontrar (como en cualquier otra parte del mundo), y lo maneja de una manera sútil, en segundo plano, pero siempre presente.

Lo malo

Hay un arriesgado uso de recursos en la producción que pueden llegar a incomodar al espectador y no aportan demasiado al desarrollo narrativo; un ejemplo de esto es el uso de la cámara en mano y demás formas de seguimiento a los personajes; un buen uso de estos movimientos ayuda a sentirse parte de la historia, pero el uso constante arruina la experiencia y cansa la vista.

Asimismo, pareciera ser un contenido de una calidad impactante; sin embargo, da la impresión de no ser duradera, ya que la simpatía que se genera con los personajes no perdura, e incluso es mayor en un par de protagonistas, dejando a los demás papeles como desechables u olvidables fácilmente.

A pesar de esto, es una serie que entretiene e incluso aunque no tan rápido, engancha al espectador y lo mantiene al borde del asiento, pero sobre todo expone un fenómeno social de una zona. Por ello te recordamos que no te pierdas la llegada de la segunda temporada a Netflix este 22 de septiembre. @mundiario

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