El sistema eléctrico en las embarcaciones
La electricidad en un barco es básica y, en el caso de un barco de propulsión mecánica, es extremadamente necesaria, por ser un medio salino, con mucha humedad, con pocos espacios en el caso de la náutica de recreo.
Dentro del mantenimiento de una embarcación hoy me gustaría comentar el tema eléctrico.
Hay que tener en cuenta que la electricidad en un barco es básica para su correcto funcionamiento y en el caso de un barco de propulsión mecánica es extremadamente necesaria, ya que nos encontramos en un medio salino, con mucha humedad, con pocos espacios en el caso de la náutica de recreo, todo ello contradictorio con la electricidad.
Y es que tarde o temprano la sal, el salitre, acaba haciendo estragos dentro de ese sistema eléctrico pudiendo evitarse revisando las conexiones al menos una vez cada dos o tres meses. Y limpiando en caso de embarque de agua en la zona por donde pase el cableado.
También hay que revisar el alternador y generador, sustituyendo los fusibles y las bombillas de forma sistemática cada vez que no funcionen, para evitar males mayores, ya que algo estropeado puede hacer una derivación, mal contacto o bien una sulfatación que pueda derivar en un estropicio.
A simple vista se puede ver si hay corrosión, mordidas, estrangulamientos en los cables o incluso pequeñas quemaduras debido al sobrecalentamiento.
Si no lo han hecho nunca, revisen las zonas de cableado, comprobarán la cantidad que dentro de un casco hay, la forma de almacenamiento y sus sujeciones y podrán imaginarse la realidad de una avería.
La batería de donde parte toda la electricidad del barco es lo primero a comprobar, que se encuentre en perfectas condiciones con unas bornas limpias, sin otras coloraciones, ni óxido.
Ya que si tenemos un fallo en el motor su vida es la electricidad y dependerá de si tenemos una o dos baterías, normalmente en embarcaciones de recreo nos vamos a encontrar con una sola, aunque suelen instalarse dos desde los siete, ocho metros de eslora en los nuevos modelos, con lo cual nos va a limitar el poder hacer un puente o una sustitución en caso de necesitar la alimentación.
Las conexiones con los inyectores, sin restos, ni decoloraciones en sus fundas y el funcionamiento de los aparatos electrónicos nos delatarán un problema cuando se produzca.
Debemos de revisar cuando encendemos el motor y si tenemos un voltímetro o amperímetro en la embarcación, su correcto funcionamiento ya que, cuando arrancamos, estos aparatos comienzan a marcar de una forma u otra, pudiendo darse el caso también de que sea el propio voltímetro el que esté mal y no marque. De cualquier forma, tendremos que averiguar si realmente llega corriente o es problema del propio elemento que se haya estropeado.
Si observamos que realmente no se puede cargar una batería debemos de revisar el alternador, ya que el tiempo de navegación que nos quede dependerá del tanto por ciento de batería que tengamos acumulado.
Debemos de tener en cuenta, aunque sea en navegación deportiva, que en los barcos instalamos cada vez más dispositivos electrónicos, más aparatos que en definitiva lo que están haciendo es consumir electricidad.
Por lo tanto, tendremos antes de salir a navegar que comprobar todo el sistema eléctrico de manera rápida y continuada, la carga de baterías, aislándolas lo máximo posible del factor ambiente, en ocasiones guardándolas en un compartimento estanco y cerciorándonos de su correcta recarga.
Siempre es bueno tener alguna fuente de luz alternativa para en caso de fallo al menos poder iluminar y que nos indique nuestra posición de alguna manera, una simple linterna nos puede servir, independientemente del equipo de seguridad que llevemos con bengalas, cohetes, etcétera. Material pirotécnico que, así mismo, tenemos que tener aislado dentro de nuestras embarcaciones.
Por una navegación segura. @mundiario
