José María Íñigo, una leyenda de la televisión en España
Ha muerto este sábado en Madrid a los 75 años, según ha informado Pepa Fernández, presentadora del programa de RNE No es un día cualquiera, en el que colaboraba. Fue el primer gran creador de formatos que combinaban las entrevistas y la música en directo.
José María Íñigo (Bilbao, 1942) ha muerto este sábado en Madrid a los 75 años, según ha informado Pepa Fernández, presentadora del programa de RNE No es un día cualquiera, en el que colaboraba. Se va toda una leyenda de la televisión en España. Íñigo hizo de su mostacho el bigote más popular del país. Estaba casado con Pilar Piniella y tenía cuatro hijos.
El éxito del programa Estudio Abierto llevó a José María Íñigo –el primer gran creador de formatos que combinaban las entrevistas y la música en directo– a presentar otros programas, como Directísimo, Esta noche... fiesta, Fantástico..., que hicieron de él un icono mediático de la Transición. Pero sus inicios profesionales fueron en la radio, sobre todo en programas musicales como El gran musical. También fue uno de los creadores de Los 40 Principales.
Según el periodista Álex Grijelmo, la historia de la televisión le debe un lugar de honor a José María Íñigo
José María Íñigo tenía una dilatada experiencia en televisión, radio y era un experto en periodismo musical. Sabía de música todo lo imaginable, lo que le convirtió en divulgador y crítico. También tuvo un periodo de ostracismo, en el que creó y dirigió revistas de viajes, dio conferencias y colaboró en algunos programas.
Entre los años 2011 y 2017 fue el comentarista del Festival de Eurovisión para TVE. Pero José María Íñigo había decidido no ser la voz oficial de TVE en la retransmisión del Festival este año, según publicó él mismo en su cuenta de Twitter.
Como escritor José María Íñigo publicó una veintena de libros y colaboraba, entre otros, en el programa No es un día cualquiera de (RNE), Aquí la Tierra y Hora Punta (TVE).
Según el periodista Álex Grijelmo, la historia de la televisión le debe un lugar de honor a José María Íñigo. Programas como Estudio abierto o Directísimo supusieron una irrupción innovadora que enganchó a los telespectadores de tres décadas completas (desde los sesenta hasta entrados los noventa) cuando los dos canales de la televisión única reunían a todos los telespectadores posibles. @mundiario
