Una reforma laboral imprescindible que amplía derechos de los trabajadores

Eva Martínez Acón con Manuel Lago. / Mundiario
Eva Martínez Acón con Manuel Lago. / Mundiario

La reforma laboral supone un cambio de modelo económico que demuestra empíricamente que funciona frente un modelo neoliberal inmovilista de otros tiempos.

Una reforma laboral imprescindible que amplía derechos de los trabajadores

“A reforma laboral era imprescindible en este país”. Así de contundente inició la charla-coloquio Manuel Lago, economista y asesor económico del Ministerio de Trabajo y Economía Social, en el acto organizado el pasado viernes 5 de Mayo por el Observatorio Coruñés de Análise Social e Política en el Sporting Club Casino.

Los excelentes datos publicados esa semana constatan que la reforma laboral del 2022, el Real Decreto-ley 32/2021, de 28 de diciembre, de medidas urgentes para la reforma laboral, la garantía de la estabilidad en el empleo y la transformación del mercado de trabajo, que modificó la Ley del Estatuto de los Trabajadores está siendo un éxito. Récord de afiliados a la Seguridad Social, 20.614.989, 238.436 cotizantes más, 74.000 desempleados menos, rebajando el paro registrado a 2.788.370 personas y lo más importante, la estabilidad laboral y contratos indefinidos que suponenunha reforma estructural profunda no mercado de traballo en España.”

Tal y como expuso Manuel Lago, España se encontraba en una situación anómala teniendo la tasa de temporalidad y de paro más alta de la UE. El uso y abuso de la contratación temporal suponía una precarización de los trabajadores y trabajadoras devaluando el trabajo con el consiguiente deterioro en las condiciones de vida de la gente trabajadora y con un modelo empresarial y productivo que debía superarse. 

Esta reforma es producto primero, de los pactos entre los socios de gobierno, PSOE Y UP, cuyo programa de gobierno fue puesto en la mesa de negociación. Era imprescindible superar la reforma del 2012 de la ministra Fátima Báñez, reforma que se hizo en tiempo récord y lo que es más preocupante, sin negociación alguna entre los agentes sociales implicados, sino que se externalizó su redacción y pasó directamente a publicarse en el BOE.

La negociación no fue fácil. Nueve meses de largas jornadas a fin de construir una reforma que lograse el máximo consenso entre sindicatos, empresarios y gobierno. Como señaló Lago, facilitó mucho la negociación la situación de pandemia previa que demostró la eficacia del gobierno en las medidas tomadas con carácter excepcional a fin de evitar una situación de vulnerabilidad y destrucción de empleo que ponía en una absoluta precariedad a miles de trabajadores y trabajadoras de nuestro país “ Os datos de afiliación co estado de alarma supoñían cada día a baixa de 100.000 traballadores. En dous semanas 800.000 traballadores…era preciso cortar esa hemorraxia e o torniquete foron os ERTES que deron tranquilidad e estabilidade”.

Y en ese escenario la reforma salía adelante tras intensos meses de trabajo, con la habilidad de los sindicatos de no poner encima de la mesa otras cuestiones que no estuvieran dentro del pacto de gobierno que pudiese impedir el avance en las negociaciones y una patronal que mantuvo un papel neutral sin ceder a la presión de la derecha mediática y política que entendía la importancia de participar en una reforma que les iba a afectar. “É una reforma equilibrada, acordada dentro do goberno de coalición, reivindicada polos sindicatos, aceptada pola patronal e validada por la Comisión Europea”.

OBJETIVO: ATAJAR LA CONTRATACIÓN TEMPORAL

Uno de los principales objetivos del gobierno era atajar la contratación temporal y se ha conseguido. Antes de la reforma laboral los contratos indefinidos en España no llegaban al 8% del total. En Abril del 2023, la cifra alcanza el 46% de los nuevos contratos, lo que supone que uno de cada dos. Como dato objetivo es que en el período desde la reforma laboral del 2012 hasta el 2021 se hicieron 196 millones de contratos de trabajos, lo que denota una rotación extraordinaria y una precariedad e inestabilidad laboral que afectaba a miles de personas.

Con esta reforma se recupera también el principio de causalidad en la contratación por lo que si el trabajo es permanente y no habiendo causa que justifique la contratación temporal el contrato ha de ser indefinido. Al reducir la temporalidad se refuerza el crecimiento económico de nuestro país ante situaciones de crisis recientes, el mercado de trabajo demuestra una gran solidez cuando históricamente hubiera supuesto una destrucción de empleo. Desde Enero del 2022 hasta el 30 de Abril del 2023 el empleo aumentó en 850.000 personas con un dato histórico de afiliación de 20,6 millones de personas cotizando.

Otro contrato que se ha visto reforzado con la reforma laboral es el contrato fijo discontinuo.  En determinados trabajos se usaba este tipo de contrato cuando por el tipo de trabajo a desempeñar corresponde un contrato ordinario y en el caso de fijos discontinuos que por la peculiaridad de determinados trabajos (por ejemplo aquellos que dependen de la actividad en períodos estacionales) este contrato diese estabilidad laboral al trabajador/a que trabaja determinados meses al año con la confianza de que serán convocados cuando comience la actividad.

FACTORES CLAVE

El éxito de esta reforma, en palabras de Manuel Lago, se debe a varios factores. Por un lado, se cumplió con el acuerdo establecido en el gobierno de coalición así como el diálogo social entre los implicados, un diálogo que ya se inició con los ERTES de la pandemia y que permitió evidenciar la celeridad del gobierno a la hora de tomar decisiones evitando despidos y adoptando medidas para proteger el empleo y las empresas lo que permitió establecer un clima de estabilidad y confianza entre el gobierno, los sindicatos y la patronal.

Era imprescindible hacer partícipe en esta reforma a los agentes sociales que mejor conocen el mundo laboral, no siendo una reforma improvisada sino producto de negociaciones previas, inicialmente, entre los socios de gobierno. “As normas son mellores cando participan os representantes da sociedade civil”. En estos tres años se ha evidenciado un cambio de estructural en el mercado de trabajo en España. Los ERTES en pandemia y que en épocas de crisis no se sale de ella con el despido de trabajadores sino creando empleo, con subidas del SMI reduciendo la desigualdad y brecha salarial, el aumento del gasto de las familias que según el Banco de España aumentó en 3000 millones de euros en el 2022 de ahí que España encabezase el crecimiento en la UE … pero lo más relevante, es que con esta reforma no se recortaron derechos sino que se amplían.

Esta reforma “ vale unha lexislatura, xustifica este gobierno”. Hay quien dice que debiera haberse derogado íntegramente la reforma del 2012 y que faltó más ambición. En el escenario en que se ha llevado a cabo, con una oposición torpeando una reforma que supone un cambio de modelo económico que demuestra empíricamente que funciona frente un modelo neoliberal inmovilista de otros tiempos no me cabe duda que ha sido un paso de gigante adaptar el mercado laboral a un escenario cambiante que demanda una regulación más acorde con la realidad social, dando estabilidad laboral a miles de trabajadores/as y abogando por contratos y sueldos dignos que nos hace mejores como sociedad.

La recuperación de la negociación colectiva y que el convenio esté en vigor hasta que se acuerde otro era una necesidad. El derecho de adaptación, la flexibilidad laboral y los horarios laborales deben abordarse en próximas reformas. Incluir el sesgo de género, la conciliación, horarios que nos igualen a hombres y mujeres y permitan igualdad de oportunidades, son las medidas que deben consensuarse para que el Estatuto de trabajadores esté acorde a una realidad social que siempre suele ir por delante de la legislativa. Lo que ha quedado claro es que con voluntad política puede lograrse.  Y lo ha hecho un gobierno de coalición. @mundiario

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