El PSOE subió en A Coruña gracias a la menor participación

Vistas de A Coruña. / Xurxo Lobato
Vistas de A Coruña. / Xurxo Lobato
En la izquierda coruñesa hay 7.000 votos que se han quedado en casa y a ellos hay que sumar los 1.400 que se ha dejado el PSOE en la ciudad, aunque con la menor participación le haya servido para subir dos concejales.
El PSOE subió en A Coruña gracias a la menor participación

Las elecciones locales deberían de ser las de más participación por lógica, los gobiernos municipales son los que gestionan nuestro día a día (movilidad, limpieza, equipamientos públicos, instalaciones deportivas, calendario de ocio…) pero en A Coruña hemos pasado de 125.554 votantes en 2019 a 116.518 en 2023 sobre un censo que ha pasado de 200.000 a 197.000.

Los datos son los que son y las interpretaciones las que se quiere que sean, según el partido. La realidad es que la desaparición de Ciudadanos de la corporación municipal casi traslada íntegramente los votos a PP y Vox, pero por la izquierda la cosa no queda tan clara. Marea Atlántica tenía 25.290 votos en 2019 y hoy se quedan con 5.627 como Marea y 4.804 como Podemos-Eu-AlianzaVerde, así que se han esfumado 14.000 votos, de los cuales el BNG sólo pesca 7.000 (que les llega para doblar su presencia en el pleno), hay otros 7.000 que se han quedado en casa y a ellos hay que sumar los 1.400 que se ha dejado el PSOE en la ciudad, aunque con la menor participación le haya servido para subir dos concejales.

Creo que cabe una reflexión por la izquierda sobre lo que pasa cuando defraudan al ciudadano las luchas internas, las externas, la izquierda real, la “de boquilla”, las agendas particulares de los ediles y, sobre todo, la total ausencia de autocrítica sobre las cosas que se han hecho mal cuando se tocó poder (la culpa siempre es de los demás: la prensa me ataca, no me ha dado tiempo en 46 meses a sacar un pliego de concesión de basuras porque tengo que contentar a todos y tengo la concesión en precario año y medio, el perro se ha comido los deberes…)

También influye, por supuesto, el que se vaya a votar por siglas sin programa por medio (Vox tenía el mismo programa para cada ayuntamiento), que se vaya a votar para que no gane el de enfrente, etcétera.

Creo que muchos políticos no se dan cuenta de que la “política de eslogan” está minando la confianza de los ciudadanos en las instituciones y el aumento de la abstención en las elecciones es un claro síntoma, porque al final se reduce a que “todos son iguales” (aunque sepamos que no lo son), iguales en la parte de hacer prevalecer su agenda particular sobre la de todos nosotros. 

Hay barrios en A Coruña que no han visto a un barrendero en más de una década y han aparecido a base de insistir los vecinos durante meses al ayuntamiento, hay calles que parece que ha pasado una división de blindados por encima, hay mobiliario urbano que se desintegra al tacto por falta de cuidados, y hay instalaciones municipales que parece que las han rescatado del Titanic o de un decorado de Mad Max. No es culpa de unos, es culpa de todos, hay muchas actuaciones necesarias en la ciudad que no son cosa de que los últimos no lo hayan hecho, hay cosas que vienen de hace más de 15 años. 

Igual que hay proyectos que se hacen sin tener en cuenta a los vecinos (como el Novo Chuac) o la lógica (la ampliación de Alfonso Molina en medio de una clara tendencia e intención de la UE a eliminar una parte de los desplazamientos en vehículos privados en favor de los transportes públicos colectivos).

Si los políticos no se toman en serio a los ciudadanos los ciudadanos no se van a tomar en serio a los políticos y luego vendrán los lamentos. @mundiario

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