El Plan General como elemento de transformación de A Coruña

Vistas de A Coruña. / Xurxo Lobato
Vistas de A Coruña. / Xurxo Lobato

Cinco años después de la aprobación definitiva del Plan General de Joan Busquets en A Coruña siguen sin desarrollarse las líneas maestras de un documento que sienta las bases para una ciudad moderna y con futuro.

El Plan General como elemento de transformación de A Coruña

Vivimos unos años en los que vemos como los debates urbanísticos de A Coruña se centran en los grandes proyectos (intermodal, Alfonso Molina, movilidad urbana, …) y en la existencia o no de un modelo de ciudad que articule todos estos proyectos en una estructura global que enfoque a la urbe de cara a su futuro inmediato.

Con cada debate que aparece y desaparece en la escena política de la ciudad se suceden opiniones, noticias y declaraciones que inducen a pensar al ciudadano que no existe ya un sustrato común que articule todos ellos en base a un mismo discurso de futuro. Mientras tanto, duerme en un cajón el Plan General encargado por el gobierno socialista al urbanista Joan Busquets y aprobado en el año 2013. El instrumento urbanístico que debiera marcar el paso de la ciudad de los próximos 20 años, el modelo de ciudad del que nos dotamos, se encuentra sin ejecutar a pesar de que aporta soluciones de interés para la mayoría de los debates abiertos en la actualidad.

La negativa a considerar el documento como la hoja de ruta de Coruña en el futuro ha frenado la transformación de nuestra ciudad como ese espacio integrador donde los ciudadanos puedan desarrollar sus trayectorias vitales con un grado óptimo de seguridad, igualdad de oportunidades y calidad de vida que anunciaba la concejala de urbanismo Obdulia Taboadela en 2011. Las alteraciones del Plan General introducidas por el Partido Popular y la errónea desvinculación del modelo urbanístico de los modelos de movilidad sirvieron de caldo de cultivo para la indolencia del gobierno de Marea Atlántica, incapaz de ejecutar las propuestas urbanísticas contenidas en el mismo y de revertir las nefastas consecuencias del Plan de Movilidad Urbana Sostenible. Por el nivel de trabajo, de estudios y de debates realizado en torno al Plan Busquets se hace necesario usarlo como bandera de la nueva Coruña.

Sin duda una de las grandes apuestas del Plan es un cambio radical en materia de movilidad, incorporando a su equipo redactor a Salvador Rueda, director de la Agencia de Ecología Urbana de Barcelona, el Plan General articula 36 corredores verdes, vías de carácter semipeatonal o peatonal servirían para conectar barrios, equipamientos y espacios verdes mediante calles donde la movilidad peatonal tendría preferencia sobre la rodada. Una malla verde que, unida a los proyectos de supermanzanas, reducirá la contaminación provocada por los vehículos de motor y dotará de más arbolado y zonas verdes a una ciudad con un grave déficit en esta materia. Además, creará mayores espacios de convivencia y relación fomentando desde el pequeño comercio a la cohesión social.

Buscamos constantemente un modelo de ciudad que ya tenemos elaborado, consensuado y aprobado. Una ciudad más verde, más sostenible, más humana; una ciudad más respetuosa con el patrimonio y con la realidad edificada, con mayores zonas verdes y equipamientos. Decía el arquitecto Fernando Chueca Goitia en 1977 que Coruña era una ciudad que se devoraba a sí misma como si fuera un palimpsesto en el que se puede volver a escribir sin respeto a lo ya escrito sustituyendo un idioma culto por una jerga bárbara. Cuarenta años después siguen sacándonos de la chistera, primero el Partido Popular y ahora Marea Atlántica; jergas bárbaras para dar respuesta a proyectos ya analizados y recogidos en el idioma culto del Plan General, realizando obras contrarias al que debiera ser el documento marco sobre el que trazar la ciudad del futuro, negando esa ciudad moderna diseñada por el urbanista Joan Busquets. Renunciando, en definitiva, a proyectar la ciudad. @mundiario

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