La Fábrica de Armas de A Coruña, una operación especulativa ligada al PP

Trabajadores de la Fábrica de Armas, en A Coruña.
Trabajadores de la Fábrica de Armas, en A Coruña.

Las peores previsiones se han cumplido. Ni producción militar, ni producción civil, ni empleo, sólo deudas. A pesar de lo cual la Consellería de Industria, la Delegación del Gobierno y el Ministerio de Defensa han persistido en mirar hacia otro lado.

La Fábrica de Armas de A Coruña, una operación especulativa ligada al PP

La actualidad local de A Coruña, centrada en la polémica sobre el futuro de los terrenos portuarios, ha relegado a segundo plano un intento de pelotazo auspiciado por el Ayuntamiento popular presidido por Carlos Negreira, con la complicidad de la Xunta y del Ministerio de Defensa, ambos gobernados por el PP.

Tras una polémica adjudicación de una parte de los activos de la antigua Fábrica de Armas en favor de una empresa carente de capital social y de proyectos, denunciada por el antiguo comité de empresa como inviable, las peores previsiones se han cumplido. Ni producción militar, ni producción civil, ni empleo, sólo deudas. A pesar de lo cual la Consellería de Industria, la Delegación del Gobierno y el Ministerio de Defensa han persistido en mirar hacia otro lado y no adoptar la única solución posible, la rescisión del contrato.

Han sido los antiguos trabajadores de la Fábrica de Armas quienes han mantenido sin desmayo la demanda de una solución viable que recupere producción y empleo. Lo han hecho durante años bajo el sol y bajo la lluvia, muchas veces en soledad. El Partido Socialista se ha hecho eco del problema tanto en el Parlamento como en el Congreso y en el  Senado, lo que ha permitido escuchar explicaciones ruborizantes de parte de quienes deberían de exigir el estricto cumplimiento del acuerdo concesional, acusando por ejemplo a los interpelantes de sembrar la alarma cuando los datos de incumplimiento del pliego de condiciones eran ya públicos.

Al fondo, el interés por la recalificación de una gigantesca parcela de 350.000 metros cuadrados, una vez demostrada la inviabilidad del proyecto industrial. La escasa gestión del único gobierno popular que ha tenido la ciudad en cuarenta años, ha ido acompañada de maniobras torticeras sobre la urbanización de Someso y de los obstáculos para impedir que el único proyecto industrial viable fuese excluido de la adjudicación de la Fábrica de Armas. Si a esos mimbres se añade el comportamiento de su candidata en el Consejo del Puerto, al votar la venta de La Solana para impedir que pasase a manos de la ciudad como demandaba su Ayuntamiento, se deduce que el compromiso de un nuevo gobierno popular en la ciudad es mínimo.

A Coruña apenas tiene suelo disponible ni residencial ni empresarial. En el primer caso salvo en el Puente del Pasaje, San Pedro de Visma y el Ofimático, no quedan superficies apreciables. En el segundo caso, sólo Vio y lo que en su caso se decida sobre los terrenos de San Diego. El retraso en el Polígono de Morás-Arteixo, decisivo para el futuro económico de la ciudad, hace aún más urgente la actuación decidida sobre la Fábrica de Armas, para que su potencial sea puesto en valor plenamente con proyectos viables.

Los debates municipales abstractos no producen valor, aunque animen el ego de los regidores municipales. Sólo la gestión intensa, aburrida muchas veces, agotadora otras más, produce resultados. Concertar con otras Administraciones no es una opción sino una necesidad. Superar antagonismos fáciles y buscar acuerdos en beneficio de la ciudad es lo que deben hacer gobernantes del Ayuntamiento, de la Xunta y del Estado. Los pelotazos, como el de la Fábrica de Armas, no crean valor, ni empleo. @mundiario

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