Las trepidantes fusiones de los bancos no han terminado ni en España ni en Europa

Banco Central Europeo. / RR SS
Banco Central Europeo. / RR SS

De una crisis (2008) a otra (2020), España pasó de 45 entidades financieras a solo ocho, que aún podrían ser menos. Todo dependerá del futuro de Bankinter, Abanca, Kutxabank, Ibercaja y Banca March, pendientes de los dictados y consejos del Banco Central Europeo.

Las trepidantes fusiones de los bancos no han terminado ni en España ni en Europa

¿Está cerrado ya el mapa de fusiones en la banca española? No hay plena seguridad a este respecto. En España hay al menos cinco entidades –Bankinter, Abanca, Kutxabank, Ibercaja y Banca March– que no lo tienen del todo claro. La llave la tiene el Banco Central Europeo (BCE), que preside la francesa Christine Lagarde, con el español Luis de Guindos de vicepresidente. Sobre el papel su interés es prevenir una crisis financiera con entidades más sólidas, pero hay muchos más factores –humanos, a menudo–  que también influyen en esta trepidante concentración financiera en España. 

Si bien parece cerrada la absorción de Bankia por Caixabank, cuyo proceso culminará a primeros de diciembre, no lo está tanto que, si hay más operaciones en juego, la entidad resultante no se implique en alguna de ellas. Lo mismo podría pensar el Santander, que actualmente digiere –no sin dificultades– la absorción del Popular y, a su vez, del Pastor. Y, por supuesto, el BBVA, ahora enfrascado en integrar el Sabadell al mejor precio posible.

¿Cuántos bancos quedarán?

La duda estaría, pues, en si en España van a quedar solo tres bancos –Caixabank, BBVA y Santander– o si quedan esos tres grandes bancos y algunas entidades pequeñas, territorializadas o especializadas. No parece que nadie lo sepa a ciencia cierta, salvo para dar por hecha la fusión entre Unicaja y Liberbank, que, siendo importante a su nivel, tampoco va a cambiar el curso del Amazonas. Dicho en otras palabras: de una crisis (2008) a otra (2020), España pasó de 45 entidades financieras a solo ocho, pero no vaya a ser que aún sean menos.

La clave de fondo está no solo en que el único modo de mantener a flote la banca pasa por incrementar el tamaño para reducir costes, sino también en que tras las fusiones nacionales llegarán las de ámbito europeo y/o transnacional. Con esas dos premisas a la vista, al BCE ya no le hace falta mentar las fusiones para que las haya: si la única salida de la que habla el vicepresidente del BCE y exministro de Economía, Luis de Guindos, es reducir más los costes, tendrá que haber más fusiones, algo que incluso es del agrado del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, entregado a la idea de sería "muy importante" que se produjeran fusiones bancarias transnacionales.

Visto lo visto, puede haber dudas en cuanto al papel de los actores y a los tiempos de cada escena, pero no acerca del desenlace final. @J_L_Gomez

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