La Seguridad Social abona este viernes el primer pago del ingreso mínimo a más de 74.000 hogares

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Ciudadanos españoles en una fila para recibir alimentos en Madrid - El País.
En los primeros 10 días desde el inicio del plazo para solicitar esta renta mínima se han registrado en el Instituto Nacional de la Seguridad Social un total de 344.585 solicitudes
La Seguridad Social abona este viernes el primer pago del ingreso mínimo a más de 74.000 hogares

La estabilidad social y económica de la población española ha sido completamente trastocada por la crisis del coronavirus. La liquidez se convirtió en el arma clave del Gobierno para paliar temporalmente un estado de depauperación del consumo y de los métodos de subsistencia de las familias. La disciplina fiscal ya ha quedado en letra muerta al difuminarse con la emergencia económica derivada del confinamiento y del ahora expirado estado de alarma.

Y es que el Ministerio de Seguridad Social ha abonado este viernes el primer pago del ingreso mínimo vital a 74.119 hogares, en los que residen 250.000 personas y de los cuales más de la mitad tienen menores de edad. 


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La ventaja es que, incialmente, la materialización de este tramo de gasto público se traduce solo en 32 millones de euros, es decir, un 15% del paquete de rescate a la economía valorado en 200.000 millones de euros que el Ejecutivo aprobó como inyección de liquidez de emergencia hace dos meses.

Este primer pago consiste en una dotación de 430 euros, en promedio, que recibirán los jefes de familia como prestación por hijo a cargo sin discapacidad o con discapacidad menor del 33%. Por lo tanto, consiste en una política de estímulo al consumo que podría medianamente complementar o incluso satisfacer una parte de los requerimientos socioeconómicos de cada familia o de la atención básica de primera necesidad a sus hijos. 

El organismo informó que el resto de los beneficiarios de esta prestación por hijo a cargo que no hayan sido reconocidos por la Seguridad Social y que pueden ser beneficiados de la nueva prestación “deberán solicitarlo, ya que no constaba información suficiente para reconvertir de oficio la prestación”.

Esta aclaratoria implica que cada hogar debe suministrar con precisión su información y estructura de ingresos y empleo para que el estudio socioeconómico por parte de la Seguridad Social permita agilizar el proceso de registro y depósito respectivo de la prestación, mejor conocida como ingreso mínimo vital. 

En los primeros 10 días desde el inicio del plazo para solicitar esta renta mínima se han registrado en el Instituto Nacional de la Seguridad Social un total de 344.585 solicitudes, la mayoría presentadas por vía telemática, ya que la atención presencial se retomó ayer, según un reporte del ente. 

De esta forma, se evidencia un contexto en el que ahora el Estado español deberá correr con la carga fiscal y financiera de sufragar la vida cotidiana de la población civil. 

Asimismo, la Seguridad Social detalló que quienes realicen la solicitud en los tres primeros meses (hasta el 15 de septiembre) y tengan derecho a ella según la documentación acreditada, les será concedida con “efectos retroactivos” desde el 1 de junio.

En el caso de los hogares unipersonales, el ingreso mínimo vital equivaldrá a un total de 5.538 euros al año, que es el equivalente a una pensión no contributiva, distribuida en 12 pagos. Ese monto representa un poco más de cinco meses de salarios mínimos (1.000 euros de base).

Según los cálculos del Ministerio, podrían ser beneficiarios del ingreso mínimo vital más de 830.000 hogares, en los que viven 2,2 millones de personas, la mitad de ellos menores. Entonces, el financiamiento total de las rentas mínimas para esa franja socioeconómica de la población le representará al Gobierno un presupuesto de 356.900.000 euros. @mundiario

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