El Banco de México vuelve a advertir de los peligros por el nuevo TLCAN

Agustín Carstens, gobernador del Banco de México.
Agustín Carstens, gobernador del Banco de México.

Agustín Carstens y su equipo avisan que la economía mexicana ha evolucionado de forma positiva pese al Gobierno de Donald Trump, pero que igual no conviene bajar la guardia.

El Banco de México vuelve a advertir de los peligros por el nuevo TLCAN

La economía mexicana ha alzado el vuelo tras la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, hecho que había sido profetizado como la perdición absoluta para su vecino. Así lo ha rescatado Agustín Carstens, adalid de la economía de México y gobernador saliente del Banco de México (Banxico). Carstens empieza a despedirse oficialmente de la institución y lo hizo avisando de que la "incertidumbre" generada a raíz de las renegociaciones por el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en seria crisis existencial a raíz de las críticas hechas por Trump y que "mantiene en niveles deprimidos la inversión y que posiblemente es una de las causas de la desaceleración del consumo"; así como la "volatilidad" que arrastra la reforma fiscal promovida por el presidente y el Partido Republicano.

Eso sí, pese a que de momento la economía local ha respondido bien al mandato de Trump, Carstens avisa que no es recomendable relajarse ante ello. "Ante el complejo entorno que la economía mexicana está enfrentando, continúa siendo especialmente relevante que las autoridades perseveren en mantener la solidez de los fundamentos macroeconómicos del país", explica el banco que será capitaneado hasta el 30 de noviembre por Carstens. El experimentado funcionario todavía no tiene un sucesor pese a que la institución es una de las más importantes para el control y manejo de la economía mexicana. De momento solo se sabe que su heredero no será ninguno de sus subgobernadores. El favorito para hacerse con el puesto es Alejandro Díaz de León, titular de la Hacienda mexicana.

En su última reunión de esta semana, el Banco de México se apegó a los pronósticos y sostuvo los tipos de interés en un 7%, que es el nivel más alto en ocho años. El banco también dejó ver que podría apostar por reforzar su política monetaria para su reunión de diciembre, en la que ya no estará su actual gobernador. Pero todo estará sujeto al rumbo que tomen los precios y lo que decida la Reserva Federal de Estados Unidos en los últimos compases del año. Si su vecino del norte apuesta por una subida de tipos, el Banco de México podría imitar el movimiento a fin de seguir la huella. "La junta de gobierno seguirá muy de cerca la evolución de todos los determinantes de la inflación", explica el Banxico, "en especial, considerando el balance de riesgos antes descrito, de cambios futuros en la posición monetaria relativa entre México y Estados Unidos", comunicó la institución.

Subida de la inflación y el salario mínimo

La precipitación de la inflación marcó el primer semestre del año pues alcanzó el 6,7% en agosto, lo cual representó su nivel máximo en 16 años. El terremoto de septiembre hizo que muchos servicios hasta entonces gratuitos disparara los precios de forma casi generalizada. En octubre, la inflación se moderó y quedó en un 6,4%. "En todo caso, ante los diversos riesgos que siguen presentes, la junta estará vigilante para asegurar que se mantenga una postura monetaria prudente, de manera que se fortalezca el anclaje de las expectativas de inflación de mediano y largo plazo y se logre la convergencia de esta a su objetivo", reza el comunicado oficial del banco.

El Banxico anticipa que la inflación terminará el año en un porcentaje del 6,25% más o menos, quedando lejos de los objetivos iniciales, que la habían trazado en un punto entre el 2% y el 4%. Dicha tendencia debería fortalecerse, de acuerdo a estimaciones, a lo largo del próximo año, que se espera que cierre en un 3%. No obstante, la renegociación del TLCAN se cierne como una amenaza para ese propósito, pues su resultado podría lastrar el avance del peso y los mercados podrían reaccionar a las malas ante el proceso de normalización de la política monetaria de los Estados Unidos.

Banxico no ha detectado presionales salriales "significativas" que representen un empuje negativo para la inflación, mas sí avisa que un salario mínimo "desproporcionado respecto de la evolución de la efectividad" podría dejar consecuencias negativas". Hace dos semanas, el Gobierno, sector privado y sindicatos llegaron a un acuerdo para mejorar el salario mínimo en el país, pues es el tercero más bajo de toda América Latina, mas no dijeron exactamente a cuánto subirá. Hoy día, el salario en cuestión es de 80 pesos diarios (equivalentes a poco más de tres euros), lo cual evidentemente no alcanza para cubrir ni siquiera las necesidades más básicas. Especialistas en el tema insisten en que el aumento de este salario no debería ir sujeto a la evolución de precios, pero por si las dudas, el gobernador bancario insistió en sus advertencias. @mundiario

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