El auge de los créditos rápidos como alternativa de financiación

Dinero. / Pixabay
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El poco crédito que ofrecen los bancos, la necesidad de obtener dinero rápido y las facilidades que ofrece Internet son las claves del crecimiento de los préstamos rápidos online.

El auge de los créditos rápidos como alternativa de financiación

Los créditos rápidos se han convertido en un método de financiación muy interesante para aquellos que necesitan liquidez inmediata. Los canales tradicionales han dado paso a nuevas empresas que ofrecen servicios de financiación más allá de los préstamos y créditos bancarios al calor de las nuevas tecnologías y de Internet, pero que satisfacen una necesidad diferente.

Entre ellos, destacan los créditos rápidos, una idea importada de otros países, especialmente los anglosajones, que ha experimentado un crecimiento muy importante en los últimos años, como forma de tapar agujeros y de obtener una cierta liquidez, pero sin competir de manera directa con la financiación bancaria.

¿Qué razones explican este crecimiento?

Varias son las razones que explican el crecimiento de los créditos rápidos a través de Internet. Por un lado, la necesidad de muchas personas de obtener dinero de la forma más rápida posible, en la mayoría de ocasiones después de que el propio cliente haya formalizado su solicitud de préstamo, una vez elegidos la cantidad y el plazo de amortización, que suele ser de menos de un mes, aunque muchas empresas permiten la renovación de los créditos.

Esto se consigue gracias a la tecnología Instantor, una herramienta que contiene los datos personales del solicitante además de su historial crediticio, de manera que la empresa prestamista pueda conocer la solvencia de la persona que lo solicita lo más rápido posible y de forma totalmente transparente.

Internet ha facilitado también mucho el incremento en las contrataciones de préstamos rápidos, facilitando y agilizando enormemente el proceso, que en algunas ocasiones puede completarse en tan sólo unos pocos minutos.

Otra de las razones que explican este notable crecimiento es la competencia cada vez mayor entre este tipo de entidades. Si hace unos pocos años, la concesión de este tipo de créditos era bastante cara, con unas condiciones muy exigentes y una calidad del servicio que, en muchas ocasiones, dejaba mucho que desear, en la actualidad, la rebaja en el precio del servicio y la mejora en su calidad les ha permitido competir de tú a tú con otras formas de financiación tradicionales.

La última razón, aunque no por ello menos importante, ha sido la urgente demanda de liquidez que, en multitud de ocasiones, era denegada por las entidades financieras tradicionales. Ante la sistemática negativa de los bancos frente las solicitudes de crédito, nuevas ofertas de préstamos han abierto un nuevo abanico de posibilidades en forma de dinero rápido.

Las tasas de interés, por las nubes

A pesar de su simplicidad y de su auge, los créditos urgentes no son precisamente baratos. En muchos casos, su TAE supera con creces el 2.000 o, incluso, el 4.000% TAE, todo ello por no hablar del interés de demora o comisión de impago que imponen estas entidades a sus clientes.

Los honorarios se cobran en función de la cantidad solicitada y del plazo de amortización; cuantos mayores sean ambos, mayores serán también los honorarios y, por tanto, la TAE. Esta TAE se disfraza, y da la apariencia de ser un coste bastante bajo en relación con otros préstamos en términos absolutos y con plazos que rondan el mes o los dos meses cuando, en realidad, son los más caros en términos relativos del mercado, especialmente si tenemos en cuenta que el BCE está otorgando financiación a un tipo de interés cercano al 0%. Se trata, por tanto, de financiación muy cara, aunque por otro lado sean muy atractiva. Sin embargo, la mayoría de entidades prestamistas online ofrecen una visión clara de lo que se pagará en concepto de honorarios e intereses, por lo que el usuario puede decidir si cree que valen la pena o no.

Las nuevas tecnologías han abierto un abanico de posibilidades nunca vistas hasta ahora, y esto de la financiación no se iba a quedar atrás. Por el momento, se desconoce tanto el dinero que se mueve bajo esta fórmula como su ratio de morosidad, aunque algunos responsables de estas compañías aclaran que vienen rechazando el 80% de las peticiones.

Como cualquier otro producto del mercado, con los créditos rápidos es necesario que los clientes sepan qué están firmando y, sobre todo, hagan un uso responsable de los fondos.

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