Altas temperaturas y sequías: ¿el peor año de la apicultura española?

Una abeja. / Pexels.com.
Una abeja. / Pexels.com.

Los apicultores de varios puntos de España han coincidido en que este 2022 es uno de los peores años para su rubro debido al clima, las sequías y los altos costos.

Altas temperaturas y sequías: ¿el peor año de la apicultura española?

Las altas temperaturas afectan hasta a la miel. Sin embargo, al intenso clima hay que agregarle otro factor; la sequía, fenómenos que amenazan a los apicultores de España. De hecho, estos estiman que solo alcanzaran la mitad de la producción del año pasado.

Según señala El País, la ausencia de precipitaciones implica que las plantas no produzcan néctar y polen, las materias primas para que las abejas fabriquen la miel. No obstante, esto no es un caso atípico, pues hace 40 años cada colmena producía aproximadamente 30 kilos de miel, una cantidad que disminuyó con el paso de los años. A principios de los 2000 la cifra se redujo hasta 15 kilos, pero el año pasado solo se consiguieron siete u ocho kilos.

Asimismo, a los fenómenos del clima se le suman los recientes incendios forestales, causantes de la desaparición de cientos de abejares y de la calcinación de unas 85.000 hectáreas de Castilla y León. A propósito, Miguel Alonso Castro, veterinario de la Asociación Leonesa de Apicultores, dijo a El País que tuvieron que “mover colmenares enteros, con la consiguiente pérdida de producción del año. Además, si arden zonas con árboles que viven mucho tiempo, como robles, encinas y castaños, la vegetación tardará entre diez y quince años para volver a contar con la floración suficiente para producir miel”.

Altos costos

Como si fuera poco, los apicultores se enfrentan a otro problema; el aumento de tarros, tapas, cajas e incluso, del combustible. Incremento que deben trasladar ellos al coste final del producto, lo que se traduce en un 15% menos de ventas en este 2022. Sin embargo, existe una opción más económica. La miel importada de otros países, una medida que le añade competencia a los vendedores locales. En este contexto, Eurostat, la Oficina Europea de Estadística, sostiene que los estados miembros de la UE importaron 173.400 toneladas de este producto, mayoritariamente de Ucrania, China y México.

Ahora bien, ¿esta situación supone el fin de la producción nacional de este edulcorante? Quizás no es el fin, pero si ha sumergido a los apicultores a una incertidumbre ante un panorama desalentador, pues siguiendo los pronósticos, el futuro no es nada prometedor. @mundiario

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