Un polvorín llamado Valencia
El Valencia parece estar en Fallas desde la llegada del empresario singapurense Peter Lim. Incluso hasta antes de coger las riendas del conjunto del Turia, ya había mandado despedir al primer entrenador de una larga lista de ceses y despidos que parecen no tener fin. Juan Antonio Pizzi fue cesado antes de que Lim comprase las acciones que lo harían máximo mandatario, para poner a Nuno Espírito Santo en su lugar.
El técnico portugués y Genaro Gattuso fueron los únicos que abandonaron el club de mutuo acuerdo con la entidad y, obviamente, con el Señor Lim. El resto de entrenadores, un total de 7, acabaron siendo despedidos tras no recibir trato por parte del dirigente singapurense, ni cumplidos los requisitos marcados a principio de temporada. Gary Neville fue el único que no fue despedido, sino que acabó huyendo ante el miedo a un fracaso mayor y hacer aún más patente su inoperancia y la del máximo accionista del conjunto valencianista.
Tras Juan Antonio Pizzi, Nuno, Gary Neville, Paco Ayestarán, Prandelli, Marcelino, Celades, Javi Gracia y Bordalás, a finales de enero le tocaba abandonar la Ciudad Deportiva de Paterna a Genaro Gattuso, tras media temporada un tanto convulsa en el siempre exigente y riguroso estadio de Mestalla. Demasiado insostenible y monstruoso tiene que ser ahora ser entrenador del Valencia para que un tipo del carácter, rigor, tesón e historia como Genaro Gattuso decida abandonar su objetivo de llevar el barco valencianista a buen puerto. Todos los ojos, obviamente, miran para un despacho de un rascacielos de Singapur.
Voro, recurso de urgencia. ¿Quién si no? Si tenemos que nombrar a alguien apagafuegos oficial del Valencia en estos últimos años tan convulsos, ese no es otro que Salvador González Marco, más conocido como Voro. Dejará, momentáneamente, su puesto de Director de Organización para enfundarse por octava vez la casaca de técnico interino después de hacerlo en 2008, 2012, 2015, 2016, 2017, 2020 y 2021.
Leyendas criticando a Lim. Varios mitos del valencianismo, como Mario Alberto Kempes o Santiago Cañizares, han salido públicamente a criticar la gestión de Peter Lim y la de sus consejeros y secretarios para con el club ché.
La falta de comunicación, de veracidad y de respeto del máximo mandatario del Valencia y sus gestores, asesores y consejeros con el resto del valencianismo ( prensa y cuerpo técnico incluido) han sido un habitual desde la llegada de Lim a Valencia. Siendo tal este hecho que ha habido varios entrenadores que no han llegado ni a conocer personalmente al singapurense.
Muchas veces la llegada de dinero extranjero a ciertos equipos puede traer alegría por el posible ingreso de capital para poder acometer fichajes, mejorar las instalaciones o conseguir cotas más altas a nivel de títulos, pero otras tantas el tiro ha salido por la culata y los clubes han acabado mucho peor de lo que estaban. Casos muy sonados fueron los de Ali Syed en el Racing de Santander o el de Al Thani en el Málaga.
El aficionado valencianista se enfrenta a una gran encrucijada con su equipo, el cual ahora mismo parece un fantasma en manos de alguien que no le gusta el fútbol y no parece tener una pizca de empatía hacia el valencianismo, su escudo, su camiseta y su historia. @mundiario
