Fichajes del Real Madrid: ¿Hasta cuándo jugarán en realidad los niños?

Theo Hernández en su presentación como nuevo jugador del Real Madrid. / Twitter.
Theo Hernández en su presentación como nuevo jugador del Real Madrid. / Twitter.

El equipo ha emprendido la ruta para rejuvenecer a su plantilla pero el plan podría voltearse si Zinedine Zidane no aprende a valorar a sus jóvenes talentos.

Fichajes del Real Madrid: ¿Hasta cuándo jugarán en realidad los niños?

De aquel Florentino Pérez al que le gustaba exhibir músculo monetario y romper el mercado con cada jugador que compraba han quedado apenas algunos vestigios. El presidente del Real Madrid ha adoptado un proyecto que planea el equipo a largo plazo, apostando por hacerse con jóvenes talentos provenientes de equipos de clase media y repescar a otros talentos nacidos futbolísticamente en su academia pero que optaron por hacerse hombres en otros estadios. Y lo cierto es que el plan ha dado resultado.

Habiendo ganado liga y doblete en mayo de este año, el equipo blanco mantiene su proceso de rejuvenecimiento. Abanderado por el inagotable lateral Daniel Carvajal, este proceso está llevando al Real Madrid a tener dos equipos con garantías para ambicionar a propósitos cada vez más grandes. No obstante, la situación del equipo lleva a pensar si realmente los jóvenes jugadores, atraídos por un escudo que solo defienden algunos privilegiados, han tomado la decisión correcta al unirse en este punto de su carrera al equipo.

Por ejemplo, Álvaro Morata se marchó durante dos años a la Juventus de Turín, donde ganó dos ligas italianas y dejó al equipo blanco fuera de las semifinales de la Liga de Campeones de 2015. Con su hoja de vida coqueta y con ribetes, el Santiago Bernabéu decidió traerlo de vuelta. Lloró en su presentación como nuevo integrante del equipo que ama, se dejó alma, corazón y cuerpo en cada partido que disputó e incluso llegó a salvarle muchos partidos a Zinedine Zidane, siendo sus goles por momentos tan decisivos como los de los tótems del equipo, es decir, Cristiano Ronaldo y Sergio Ramos.

No obstante, Morata vivió toda la temporada a la sombra de Karim Benzema. El francés encadenó una nueva temporada al ritmo que le gusta: desapareciendo en siete de cada 10 partidos, haciendo dos juegos buenos contra equipos de los suburbios de la liga o en fase de grupos de Liga de Campeones, y una sola buena exhibición en todo el año, tras la que siempre se da crédito a sí mismo para volver a empezar ese círculo vicioso. La irregularidad, por momentos mediocridad, de Benzema ha sido su insignia personal desde que llegó a España y ni los goles, derroche y corazón de Morata fueron suficientes para que Zidane le diera a uno el protagonismo que buscaba ni al otro un aliciente para que, al menos por vergüenza, espabilara de una vez por todas.

Ahora, el nacido en Madrid está más que listo para hacer las maletas e ir a buscar el lugar que considera que se merece en algún otro equipo. Similar es el caso de Isco.

El andaluz llegó hace cuatro temporadas al equipo y nunca terminó de hacerse un puesto en el equipo. El malagueño vivió durante tres temporadas y media esperando a que Gareth Bale, por alguna u otra razón, se diera de baja de las convocatorias, pues solo así tenía derecho a disputar un par de minutos en los partidos de alto voltaje. Para la última temporada, Bale se lesionó –como siempre- en el tramo final de la temporada y la ocasión no fue desperdiciada por el exjugador del Málaga. Su cierre de temporada fue notable, pero con el galés nuevamente listo para jugar, lo más probable es que, siguiendo las palabras de Zidane, la BBC vuelva a jugar siempre que estén sus tres integrantes disponibles. Si Bale no se hubiera lesionado, Isco no habría jugado todo lo que jugó en los partidos vitales y, probablemente, hoy estaría listo para hacer las maletas como Morata. Hace falta ver si para este ejercicio los factores vuelven a coincidir.

Jesús Vallejo, Theo Hernández, Dani Ceballos, Marcos Llorente y otros importantes prospectos que maneja el Real Madrid para su nuevo proyecto podrían pasar por situaciones similares. Es cierto que el equipo al que ellos encabezarán se establecerá en un par de años, pero no todos tendrán la paciencia para esperar su lugar. Si el equipo no aprende a ser más flexible en sus políticas de alineaciones y meritocracia, el visionario plan de Florentino Pérez podría terminar muy rápido.

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