España cumple con creces en Río y acaba con 17 medallas

Toro y Craviotto, oro en Río 2016 / 20 Minutos
Craviotto y Toro, oro en Río 2016 / 20 Minutos

España finaliza los juegos de Río logrando 17 medallas, siete de ellas de oro, y dejando un buen sabor de boca en unos juegos que empezaron con muchas dudas. 

España cumple con creces en Río y acaba con 17 medallas

Se acabaron los juegos de Río. Dos semanas cargadas de ilusión, alegría y con sus pequeñas dosis de frustración. España no empezó del todo bien los Juegos Olímpicos, estancándose durante varios días en cinco preseas que se antojaban insuficientes para el público español. Medallas que se presentaban seguras como la del balonmano femenino, hockey hierba, el ciclismo en ruta o la tenista Garbiñe Muguruza caían antes de tiempo, y favoritos como Rafa Nadal o Jesús Tortosa se quedaban a las puertas de la gloria. España se llenaba de diplomas olímpicos, logrando hasta 38, pero las medallas no conseguían aumentar nuestro casillero.

El pronóstico inicial de España antes de los juegos se encontraba entre las 12 medallas de los más pesimistas y las 18 de los más ilusionados. Viendo como se estaba desarrollando la competición parecía que el objetivo estaba en superar la docena de medallas, ya que por aquel entonces las cosas no pintaban muy bien, con el mal juego de la selección de baloncesto y el fracaso de grandes favoritos para conseguir medalla.

Orlando Ortega, plata en la prueba de 110 metros vallas, consiguió la primera medalla para el atletismo español desde Atenas 2004

Los días pasaban y España empezaba a escalar puestos en el medallero. Al final, los juegos olímpicos son una carrera de fondo. Lo importante no es cómo se empieza, sino como acaba. Quien ríe último, ríe mejor; dice el dicho. Y vaya si reímos al final con las 17 medallas logradas por la expedición española en Río. Sin prisa pero sin pausa, España iba endosando una a una las diferentes medallas que pasarían a la historia. Una de ellas es la del atleta Orlando Ortega, plata en la prueba de 110 metros vallas, consiguiendo la primera medalla en unos juegos olímpicos para el atletismo español desde Atenas 2004. O la plata del equipo femenino de baloncesto, la primera en su historia. Por si fuera poco, la cántabra Ruth Beitia acabó siendo campeona olímpica en salto de altura y logró la primera medalla de oro para el atletismo femenino español. Por que al final, la mayoría fueron de oro.

Hasta siete medallas de oro consiguió España, siendo la mejor marca histórica después de los juegos de Barcelona 92, donde se lograron trece preseas doradas. Vibramos con el oro de Rafa Nadal y Marc López, sufrimos hasta el último suspiro en la final de Carolina Marín, nadamos junto a Mireia Belmonte, saltamos con Ruth Beitia y remamos junto a Mailen, Marcus, Toro y Craviotto. Incluso nos permitimos dar la sorpresa en deportes donde no éramos favoritos como la plata del equipo de gimnasia rítmica, el bronce en halterofilia de Lydia Valentín o el bronce de Coloma en el mountain bike.

“Las medallas son trozos de metal, lo mejor es hacer feliz a todo un país”, decía Craviotto después de lograr una de sus dos medallas. Y vaya si fuimos felices. Un país entero vibró a vuestro lado en cada punto, en cada carrera, en cada partido y en cada salto. Es probable que se pudieran conseguir mayores éxitos pero al final, lo importante, es que España fue a Río con un objetivo y lo cumplió. Lo cumplió con creces.

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