Cristiano gana de milagro su partido homenaje ante el Sporting de Portugal

Cristiano, arrepentido.
Cristiano, arrepentido. / RRSS

El Real Madrid gana con goles fuera de tiempo y tras una falta inexistente su partido debut de Champions ante el grandioso Sporting de Portugal.

Cristiano gana de milagro su partido homenaje ante el Sporting de Portugal

Ayer en uno de sus viajes al doble rasero, Paco García Caridad, que es más peligroso con un teclado que un mono con un kalashnikov, tuiteaba tras la victoria por 7-0 del Barcelona ante el Celtic que era una vergüenza que equipos como el escocés disputaran la Champions. Y tiene razón. El nivel del Celtic, pese a ser el campeón de su país, no puede ser más que el de un sparring de los grandes de Europa como así sucedio ayer. 

Suponemos que hoy, tras el partidito del Madrid en casa ante el gran Sporting de Lisboa, Paquito estará afilando el indice para teclear, en su iPhone 6 patrocinado por el diario de cabecera de Florentino, que no puede entender como un equipo como el Real Madrid puede estar disputando la Liga de Campeones. 
 
El equipo blanco, que el año pasado levantó el título sin ganar un solo partido contra un rival - digamos - decente, este año puede a duras penas con la carroña puesta por la UEFA para rellenarle el grupo de clasificación.
 
El presidente del Sporting de Lisboa afirmaba un par de días antes del partido que tenía la esperanza y el deseo de que Cristiano Ronaldo se jubilase en el club de la capital lusa. Llega tarde Bruno de Carvalho, la retirada efectiva del portugués, a juzgar por su labor en el terreno de juego, es un hecho consumado ya hace unos años que ha confirmado nuevamente en la noche de hoy, que le ha lanzado a la historia tras ganar su partido de homenaje estando aún en activo, o como se llame ahora a arrastrarse por el campo cobrando 20 millones netos.
 
Mister Portugal cuajó una nueva actuación lamentable salvada como no, por dos amigos, el de siempre, que le señaló una falta inexistente al borde del área y le regaló los CUATRO minutos de descuento habituales que nunca se perdieron; y Rui Patricio que se pasó aplicando la vaselina sobrante en los huesos de su muñeca. La celebración del gol del portugués pidiendo perdón al tercer anfiteatro por no regalarles el balón oficial de la Champions como en cada partido fue simplemente una maravillosa muestra de humildad y arrepentimiento. 
 
Tras la primera jornada de la Champions solo queda clara una cosa: la mera comparación de Cristiano con Messi es una prueba irrefutable de estupidez congénita y sectarismo inmesurable. @SirDanielC
 
>Este artículo también ha sido publicado en la web del autor www.bloggol.es

 

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