Cláusulas low cost, raposos e galiñas

Tino Fernández. / Mundiario
Tino Fernández. / Mundiario

En el Deportivo, la reducción brutal de las cláusulas de indemnización solo puede entenderse desde el desconocimiento del mundo del fútbol por parte del consejo, una bisoñez absoluta que ahora paga el club con una descapitalizacion deportiva profunda con la salida de los mejores jugadores a precios “low cost”.

Cláusulas low cost, raposos e galiñas

En las últimas fechas estamos asistiendo, asustados, a noticias extraoficiales respecto a las bajísimas cláusulas de indemnización que los jugadores deportivistas deben abonar para quedar liberados de sus contratos con el club tras nuestro descenso a Segunda División.

Uno quisiera creer que se trata de noticias infundadas, incluso malintencionadas, pero no deja de ser preocupante que, casi siempre, provengan de medios de comunicación afines al consejo de administración del Depor y que la propia entidad no las desmienta categóricamente para tranquilizar a sus aficionados.

No se trataría, ni siquiera, de una muestra de esa transparencia tan manoseada en su momento, y que brilla por su ausencia, sino de la necesidad de una rotunda negativa  a las múltiples informaciones que nos ponen los pelos de punta a todos los deportivistas.

Ante el silencio cómplice del club, y la aceptación sin denuncia, ni siquiera debate, de buena parte de los más importantes medios informativos coruñeses, parece necesario escuchar la voz de la conciencia para ofrecer la otra cara de la moneda a los accionistas, abonados y demás deportivistas. Algo así como  convertirse en el “Pepito Grillo” del “Pinocho” blanquiazul. 

La reducción brutal de las cláusulas de indemnización solo puede entenderse desde el desconocimiento del mundo del fútbol por parte del consejo, una bisoñez absoluta que ahora paga el club con una descapitalizacion deportiva profunda con la salida de los mejores jugadores a precios “low cost”.

Se puede llega a entender, aunque antes no se producía, que si se reducen los salarios de los jugadores por el descenso de categoría eso lleve aparejado en contrapartida la adaptación del precio de la cláusula a la nueva valoración. 

Pero si tenemos en cuenta que nunca se producen rebajas salariales superiores en Segunda al 50% de lo que se percibía en Primera, no parece de recibo reducir la indemnización a abonar por el futbolista por su descenso a la división de plata a menos del 50% de la cantidad que estaba fijada en la División de Honor.

Por eso no entiendo como se puede en el Depor  “premiar el descenso”. Como ejemplo, porque ya es oficial su traspaso, podemos poner la marcha hacia Inglaterra de un hombre tan importante, yo diría que decisivo, cara a un ascenso inmediato, como Florín Andone, por el que esta misma  temporada el Brighton había ofrecido, según la directiva y medios amigos, 18 m.€ en agosto de 2017 y 12 m.€ en enero de 2018.

Andone, delantero internacional rumano, en plena edad de oro de un goleador, 25 años recién cumplidos, con varios años de contrato ya firmado, y después de varias temporadas exitosas en las ligas profesionales españolas, ve cómo, por mor del descenso a Segunda División, se reduce de forma drástica, ¡un 80% !, su cláusula de 30 millones de euros a tan solo 6 millones de euros. Un regalo de Navidad. 

No tardó el Brighton en hacerse con los servicios del jugador. A precio de ganga en su abono al Depor... y a precio de figura para la ficha personal de Andone. El club sale claramente perjudicado y el deportista premiado a través del descenso. Es el primer caso, pero no será el único, según avanzan distintos medios.

Ya se anuncia el interés del Besiktas por Emre Colak, que, según apuntan los medios, ve reducida en un 95% su cláusula de 20m.€ a 1m.€.  También peligra, entre otros muchos, el joven Borja Valle, el gran triunfador del final de la Liga, con otro millón de euros de cláusula, Fabián Schär ...  En resumen, todo apunta a que saldrán, o se deberá negociar un nuevo contrato, aquellos jugadores importantes para hacer factible el ascenso esta temporada y, sin embargo, tendremos que cumplir con los contratos de aquellos que no cuenten con ofertas de otras entidades. ¿”En lo económico bien”? 

Sin embargo, no acaban los peligros de las cláusulas “low cost” en el aspecto financiero. Debemos pensar en la incidencia que puede tener en el rendimiento deportivo del jugador. No se debe correr el riesgo de que los intereses individuales profesionales y económicos de algunos jugadores puedan poner en peligro la clasificación deportiva de los clubs.

Es una posibilidad que está en nuestras manos controlar. Dios es importante en esos casos, protege la inocencia, pero debemos ayudarle. En mi tierra nadie duda de lo suicida que es “poñer o raposo ao coidado das galiñas” (“poner al zorro a cuidar de las gallinas”). Ya sabemos lo que siempre ocurre en esos casos. @mundiario

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