El camerunés Roger Milla, el indiscutible protagonista del Mundial de Italia 90

Roger Milla
Roger Milla

El camerunés Roger Milla sorprendió a propios y extraños en el Mundial de Italia 1990 con sus goles y sus celebraciones de los tantos. Todo un crack mundialista.

El camerunés Roger Milla, el indiscutible protagonista del Mundial de Italia 90

Nombres como Yaya Touré, Samuel Eto´o, Drogba, Adebayor, Kanouté, y anteriormente, Abedí Pelé y, sobre todo, George Weah. Desde hace ya bastantes años, el continente africano nos ha dado excelentes futbolistas que han llegado a militar en importantes clubes europeos y que han logrado que sus selecciones no sean consideradas meras comparsas en las ediciones de los mundiales como lo eran hasta hace unas décadas.

Ahora bien, si hay un futbolista africano que merece figurar en mayúsculas, en negrita, subrayado y todo lo que ustedes quieran, ese es Roger Milla. Aquel camerunés que asomó tímidamente en el Mundial de España, de 1982, que en Italia 90 asombró al mundo y que en USA 94 batió el récord de futbolista más veterano en anotar un gol en una fase final.

Roger Milla se presentó en el Mundial de 1982 capitaneando una selección que, a priori, era el punto exótico de su grupo: con la Italia de Zoff y Rossi y la Polonia de Lato y Boniek como favoritas y con Perú como candidata a dar la sorpresa, esa simpática selección de Camerún de camiseta verde, pantalón rojo y medias amarillas, sólo parecía candidata a encajar goles. N´Kono, Kunde, Mbida, Roger Milla, Tokoto,… ¿a alguien le sonaban esos nombres?

Pues bien, esos exóticos cameruneses casi dejan fuera de combate a la futura campeona, Italia, y sólo el criterio de desempate les dejó a ellos fuera del Mundial. El otro representante africano, Argelia, también se fue eliminada de forma polémica. La semilla del emergente fútbol africano estaba sembrada.

Ocho años después, en 1990, Camerún se presentaba de nuevo dispuesta a hacer un buen papel. Tenía un buen puñado de jugadores que militaban en equipos europeos (N´Kono, Kana Biyik, Oman Biyik, Makanaky…) y la consideración de mejor selección africana. Nuestro Roger Milla se había retirado un año antes a la edad de 37 años, pero una llamada del presidente de su país le hizo reflexionar, descolgar las botas y embarcarse en su segunda aventura mundialista. Sería probablemente para hacer más vestuario que para contribuir en el terreno de juego, pero iba a estar ahí.

Pronto demostró que su selección no iba de farol: partido inaugural ante la campeona Argentina y un 0-1 en el marcador que sorprendió a todo el mundo. Roger Milla no jugó aquel partido en el que, por cierto, su selección terminó con nueve jugadores por sendas expulsiones. Siguiente partido ante Rumanía y Milla que salta al césped en el minuto 58 con 0-0 en el marcador, apenas unos minutos en el campo y el futbolista de 38 años que anota un doblete que deja noqueada a la selección rumana que solo pudo anotar al final del encuentro. Con la clasificación ya lograda, pierde 4-0 ante una URSS que ya estaba sorprendentemente eliminada. En este último partido Roger Milla volvió a salir desde el banquillo en el minuto 34. Su participación ya no estaba siendo tan testimonial como se pensaba.

Pero el gran momento del Mundial de 1990 llegó en octavos de final. Cruce con Colombia y Milla que nuevamente volvía a salir desde el banquillo en el segundo tiempo. Finaliza el partido con empate sin goles y hay que acudir a la prórroga. Y aquí se produce la escena: el meta colombiano Higuita que se encuentra en donde a él le gustaba, es decir, en cualquier lugar menos en la portería, Milla que le disputa el balón, se lo arrebata, corre unos pocos metros y marca a puerta vacía yéndose al banderín de córner y realizando aquel baile que todos recordamos para celebrar el gol. Tres minutos después el 2-0. Otra vez Milla (Miller, como le ponían en los rótulos de TV) y la confirmación de éste como sensación del Mundial. Por supuesto, otra vez bailecito en el córner para celebrar el tanto.

El final del sueño llegó en cuartos. Una experimentada selección inglesa consiguió, no sin esfuerzos, vencer por 3-2 en la prórroga después de lograr empatar a falta de pocos minutos para terminar el partido. Ese día Milla no fue el protagonista, lo fue Gary Lineker. Daba lo mismo, Camerún y Roger Milla ya habían escrito su página gloriosa en la historia de los mundiales.

Cuatro años después, en Estados Unidos, Milla disputó su tercer Mundial a la edad de 42 años. Batió el récord de futbolista más longevo en disputar un campeonato y tuvo incluso la posibilidad de marcar un gol a Rusia, aunque en aquel partido cayeran por 6-1 con 5 goles de Oleg Salenko. No fue un Mundial agradable para Roger Milla, que ya antes de iniciarse el campeonato fue objeto de polémica acerca de la idoneidad de su convocatoria con 42 años y porque su selección se fue a casa a las primeras de cambio cosechando tan sólo un triste empate.

Tras su definitiva retirada en 1995, Milla ocupó cargos administrativos en su país y actualmente ocupa el pomposo cargo de embajador de UNICEF. 

Lo dicho, Roger Milla, todo un referente del fútbol africano en la historia de los mundiales.

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