Valladolid, de capital del Imperio español a ciudad de rodajes cinematográficos

Cartel de Voy a pasármelo bien.
Cartel de Voy a pasármelo bien.
Voy a pasármelo bien está ambientada y rodada en Valladolid, esa ciudad en el centro de Castilla y León que, al igual que el resto del territorio castellano, nadie quería poblar por la dureza de su terreno.
Valladolid, de capital del Imperio español a ciudad de rodajes cinematográficos

Rebobinar las cintas de casete con un boli bic, comprar en Galerías Preciados, beber Tang o Mirinda, de naranja por supuesto, ir en coche sin cinturón o en bici sin casco… vivir en Valladolid. Bueno, esto último es una licencia personal, pero digamos que todo lo demás lo hemos vivido cualquier de los que ya estuviésemos disfrutando de este mundo en los años ochenta en España.

Con esta premisa nostálgica unido a las maravillas del cine familiar bien hecho, con bien hecho me refiero a que tiene un buen guión, buenos actores, banda sonora inolvidable y, en definitiva, un pack apto para todos los públicos, se ha rodado, montado y por fin estrenado en cines este viernes Voy a pasármelo bien.

Escribe José F. Peláez en el periódico El Norte de Castilla que se emocionó viendo la película: “no piensen en algo metafórico, no: se me caían las lágrimas de verdad […] Esta película cumple su objetivo: que haya buen rollo, buen ambiente para toda la familia, que ustedes se diviertan y se lo pasen bien, muy bien.”

Dirigida por David Serrano, director de Días de fútbol (2003) y guionista de El otro lado de la cama (2001) en el cine, además de director y guionista teatral en montajes tan conocidos y exitosos como Billy Elliot (2017) o Grease (2021), este madrileño parecía la elección perfecta para llevar a la gran pantalla una historia de amor en el marco de una película musical donde grandes éxitos de los Hombres G suenan a todo volumen en las salas de cine como ya lo hicieron en los ochenta con Sufre mamón (1987) o Suéltate el pelo (1988), ambas dirigidas por Manuel Summers.

Recientemente, el cantante Hombres G, David Summers, declaraba que aunque han hecho musicales y películas, “nunca habíamos hecho una película ilustrada con nuestras canciones. Ha sido un reto muy bonito, muy interesante y estamos muy contentos. Sobre todo porque lo empezamos hace cuatro años y ha sufrido muchos retrasos por la pandemia, pero por fin la podemos enseñar y creo que le va a gustar a todo el mundo”.

Actualmente, los Hombres G, viven en España, en América directamente lo han petado siempre, un segundo y merecido éxito que ya engloba a capas de edades muy diversas. Yo misma, que he acudido a numerosos conciertos de Hombres G a lo largo de los años, he podido ver como poco a poco comparto pista con padres y sus hijos preadolescentes, ambos disfrutando como locos de canciones imperecederas. Es muy emocionante.

Yo misma, que he acudido a numerosos conciertos de Hombres G a lo largo de los años, he podido ver como poco a poco comparto pista con padres y sus hijos preadolescentes, ambos disfrutando como locos de canciones imperecederas. Es muy emocionante.

Voy a pasármelo bien está ambientada y rodada en Valladolid, esa ciudad en el centro de Castilla y León que, al igual que el resto del territorio castellano, nadie quería poblar por la dureza de su terreno. Será por eso que a los castellanos nos consideran rudos en el trato y es que la tierra y el clima nos aporta cierta brusquedad que paliamos con grandes dosis de lealtad y compromiso. No fue hasta 1208 que Valladolid fue incorporada a la corte de Alfonso VIII y se convirtió en el centro cultural de Castilla experimentando un rápido crecimiento. En 1346 se creó la Universidad de Valladolid, una de las primeras de España. En 1469 los Reyes Católicos se casaron en secreto en esta ciudad y Cristobal Colón murió aquí en 1506.

De 1601 a 1606 Valladolid fue capital del Imperio español.

Rosa Chacel, Miguel Delibes, Jorge Guillén, Francisco Umbral y un larguísimo etcétera, son solo algunos de los reconocidos escritores vallisoletanos que han pasado a la historia por sus escritos (novelas, poemas, artículos en prensa…). Y si hablamos de arquitectura, su riqueza monumental, con una amplísima representación de estilos, desde el renacentista al barroco, pasando por el románico o la arquitectura gótica (de este último el ejemplo más relevante quizá lo tengamos en la iglesia de San Pablo) está bien representado en esta película en la que los ocho niños protagonistas son un bombazo. Después de hacer un casting en el que se vio a casi 600 jóvenes, al final se quedaron con 25 a los que, durante cuatro meses, les dieron clases de canto, baile e interpretación. El resultado es sobresaliente.

Fotograma de Voy a pasármelo bien.
Fotograma de Voy a pasármelo bien.

Raúl Arévalo, Karla Souza, Izan Fernández, Renata Hermida Richards, Dani Rovira o Raúl Jiménez, entre otros, completan el casting de los adultos en la partes de la película ambientadas en la época actual, también en la ciudad de Valladolid.

La crítica especializada ya ha dictado sentencia: “comedia súper pop”, “capaz de emocionar hasta a quienes jamás compramos un disco de Hombres G”, “obra de autor de contagioso vitalismo”, “una historia cargada de buen gusto”, “coreografías callejeras rodadas con sorprendente acierto”, etc. etc. etc.

No sé ustedes, yo tengo cita en el cine porque voy a pasármelo bien. @opinionadas en @mundiario

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