Adam Driver, el actor más productivo de los últimos años, para muchos un desconocido

Adam Drive en Infiltrado en el KKKlan de Spike Lee.
Adam Drive en Infiltrado en el KKKlan de Spike Lee.
El actor californiano alterna superproducciones con cine indie. Desde hace unos años salta de un protagonista a otro con sutileza y maestría. Su 1,90 de altura, sin embargo, le hace pasar desapercibido.
Adam Driver, el actor más productivo de los últimos años, para muchos un desconocido

¿Qué actor ha tenido más presencia en las recientes películas de la temporada? Pueden hacer sus apuestas y realizar un recuento por la red; descubrirán que hay un hombre que se lleva el premio a la productividad y, no solo eso, también a la variedad y la valentía para saltar de géneros y de estilo de producción y salir airoso, casi diríamos que triunfante porque ni los fracasos de taquilla han hecho mella en este tipo de 1,90 de altura, nariz prominente, sonrisa amplia y sincera y atractivo natural (que no belleza). Hablo de Kylo Ren, Adam, Paterson, Charlie, Henry,… en definitiva, del californiano y exmarine Adam Driver. Vamos, que podría ser el próximo 007 (que no James Bond) y quedaríamos satisfechos.

En dos semanas lo veremos compartiendo duelo a muerte en el siglo XIV junto a Matt Damon y Ben Affleck en un film dirigido por Ridley Scott con guión de Damon y Affleck. Pero hace poco más de un mes lo vimos cantar y bailar en Annette, el drama musical de Leos Carax que el crítico Boyero en El País defenestró siguiendo la línea de The Washington Post y The Hollywood Reporter, mientras que el resto de la prensa internacional la aplaudió con críticas veladas, eso sí, pero con una unánime ovación a la interpretación de, “la fuerza de la naturaleza”, Adam Driver, el que desde 2012 a 2017 fue el terremoto sentimental de Lena Dunham en la serie Girls, a quien, por otro lado, le debe su salto al panorama internacional.

Su capacidad de trabajo le llevó a alternar grabaciones de largometrajes como secundario con su papel de Adam en Girls, por el que, por cierto, estuvo nominado a un Emmy en 2015 como mejor actor de reparto, y ha estado a las ordenes de directores tan diversos como Steven Spielberg, los hermanos Coen, J.J. Abrams, Jim Jarmusch, Martin Scorsese o Steven Soderbergh, entre otros.

Gustó y disgustó a partes iguales con su Kylo Ren en la tercera trilogía de la saga Star Wars, más melodramática que nunca, pero entre entrega y entrega interpretó al maravilloso camionero y poeta aficionado Paterson demostrando que el cine indie USA lo ama y las grandes superproducciones lo requieren. Pocos actores alternan de esta manera. Les reto a que piensen en alguno.

Adam Driver como Kylo Ren en Star Wars.

Adam Driver como Kylo Ren en Star Wars.

El virtuosismo que despliega con su gran cuerpo y sus grandes gestos, siempre refinados, en Historia de un matrimonio (estuvo nominado al Oscar a mejor actor por su interpretación) hace que se coma a una Scarlett Johansson más pequeñita, en todos los sentidos. Drama romántico de un matrimonio en proceso de separación. Película muy sutil, muy verbal pero también muy teatral, es decir, los gestos, las posiciones del cuerpo y de la voz, en cada secuencia, son la esencia misma del desgarro interno que solo provocan las relaciones de verdadero amor.

Adam Driver en Histria de un matrimonio.

Adam Driver en Histria de un matrimonio.

El próximo mes lo veremos como Maurizio Gucci en La casa Gucci, codeándose con Lady Gaga y Al Pacino.

Y así, con un ritmo de rodajes imparable, este hombre de 38 años, casado desde el 2013 y padre de un niño, es la antítesis de la estrella hollywoodense, que sin grandes artificios cara a la galería, solo necesita un guión y una cámara para llevarse al público al bolsillo. @opinionadas en @mundiario

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