Entretenimiento nocturno en pandemia: el caso de la Ciudad de México

Fiesta. / Pexels.
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La industria del entretenimiento nocturno es una las más afectadas por la pandemia, debido a la percepción conservadora que las autoridades tienen del gremio dedicado al ocio y esparcimiento.
Entretenimiento nocturno en pandemia: el caso de la Ciudad de México

La industria del entretenimiento nocturno es una las más afectadas por la pandemia por coronavirus. También los cines, teatros y gimnasios han padecido cierres prolongados y reaperturas parciales con estrictas restricciones.

Debido a la percepción conservadora que las autoridades tienen del gremio dedicado al ocio y esparcimiento nocturno, los bares, discotecas, “antros” y negocios afines han sufrido un prolongado cierre de actividades. El estigma social impuesto a estos recintos lúdicos poco ha contribuido a que su percepción sea más objetiva. De hecho, ha generado externalidades, ya que algunos establecimientos han seguido operando a puerta cerrada.

Este tipo de negocios son percibidos por la burocracia y segmentos de la sociedad como “lugares  de desenfreno”, en los cuales la gente pierde control de sus emociones. Ya Gubern ha explicado atinadamente el significado antropológico de los bares y discotecas en la modernidad (2000).  Está claro que poseen una fuerte carga ideológica, por lo que muchos los conciben como recintos de excesos, susceptibles a poner en riesgo la seguridad de las personas.

Trabajo para miles de empleados y fuentes de ingresos

Sin embargo, estos establecimientos también son (y así deben de ser considerados) centros de trabajo para miles de empleados y fuentes de ingresos para miles de familias. Datos propios permiten afirmar que 420.000 personas (si tomamos como integrantes de una familia a cuatro miembros por cada trabajador), dependen económicamente de los negocios dedicados al entretenimiento nocturno en la Ciudad de México.

La crisis sanitaria provocada por la aparición del SARS-CoV-2 y la suspensión de actividades de los negocios, ha generado en el gremio del entretenimiento nocturno una fuerte crisis económica que ha puesto al descubierto las debilidades y adversidades que enfrenta el sector de servicios de diversión y venta de bebidas.

Mientras que algunos gobiernos han dado apoyos y facilidades para que empresarios y empleados puedan mantener sus fuentes de empleos (como en Europa y Asia, por ejemplo), en el caso de la Ciudad de México, no ha sido así. Porque no se puede considerar como “ayuda económica” la propuesta que la jefa de gobierno hizo el pasado mes de diciembre de 2020 de dar 2.200.00 pesos mexicanos (aproximadamente 110 dólares americanos) por una “única ocasión” a los meseros de los restaurantes que estaban cerrados. El “apoyo” ofrecido ni siquiera alcanza a cubrir un salario mínimo mensual que durante el año 2020 fue de 5.580 pesos mexicanos (aproximadamente 279 dólares americanos).

Tal parece que la administración pública capitalina está inmersa en una especie de burbuja gubernamental, en donde la autoridad ejecutiva ve la situación que está padeciendo el sector del entretenimiento nocturno, pero no los escucha ni les dice algo, a pesar de que estos, de diferentes formas y en diversos momentos, se han manifestado públicamente.

La actitud de la Jefa de Gobierno ha causado un profundo desconcierto entre los empresarios y trabajadores de la vida nocturna, sobre todo porque se trata de un gobierno de izquierda que en más de una ocasión -desde que tomo posesión en diciembre de 2018-, ha sido enfático en ser visto como una forma de gobierno muy distinta a la de sus antecesores (aunque esos gobiernos también eran de izquierda), en el que la atención a los grupos vulnerables es su eje prioritario de atención.

La falta de empatía y una política de gobierno clara y solidaria hacia los establecimientos mercantiles para enfrentar la crisis económica causada en la industria del entretenimiento nocturno, ha provocado el surgimiento de una actividad ilícita y/o clandestina en la vida nocturna de la capital del país.

A pesar del cierre de los negocios y del riesgo a contagiarse de COVID-19, las personas no han dejado de realizar fiesta, reuniones y eventos para divertirse o festejar, en sitios o lugares que no reúnen las condiciones sanitarias necesarias para prevenir la transmisión y contagio del nuevo coronavirus. Tampoco para garantizar la protección a la integridad de las personas que acuden a estos. De acuerdo con datos proporcionados por el C5 (sistema de monitoreo y atención mediante cámaras de video grabación instalado en las calles de la Ciudad de México), entre enero y octubre del año 2020, se reportaron 11.602 reuniones y fiestas en la capital mexicana, lo que representa un incremento del 661% con relación al mismo periodo de 2019.

Esta actividad ilegal ha provocado el resurgimiento de prácticas nocivas que ya habían sido desterradas en la vida nocturna de la CDMX: la opacidad, la venta de productos de dudosa procedencia, la venta de sustancias toxicas, los cobros indebidos en las cuentas de consumo, etc.

Propuestas para la reapertura de negocios

Pese al largo tiempo que ha transcurrido desde el pasado mes de marzo del año 2020, de las enormes pérdidas económicas, de la falta de apoyos por parte de los gobiernos federal y local, de la competencia desleal, de la actividad clandestina…los empresarios y trabajadores que laboran en el entretenimiento nocturno siguen esforzándose en presentar a la jefa de gobierno de la Ciudad de México propuestas de reapertura de sus negocios que sea ordenada, segura y legal.

En el primer mes del año 2021, la Asociación de Negocios de Entretenimiento Nocturno A.C. presentó dos propuestas en favor de los negocios del entretenimiento nocturno, mediante las cuales solicitan apoyos económicos y fiscales y, plantean una reapertura ordenada, segura y legal de los negocios. Sin embargo, la respuesta a las mismas por parte de la autoridad no ha llegado… lo que genera desaliento, desánimo y frustración en todas aquellas personas interesadas en que la industria del entretenimiento nocturno reabra. Al mismo tiempo, la situación despierta entre los afectados los deseos y ánimos por salir a tomar la plaza pública mediante marchas y plantones, en busca de captar la atención de la autoridad y la sociedad, de ser atendidos en sus legítimas demandas de respuesta y apoyo a sus peticiones.

La oportunidad de reinventarse

Hoy la industria del entretenimiento nocturno tiene la oportunidad de reinventarse y construir, a través de nuevos paradigmas, un modelo de negocio basado en la transparencia, legalidad y seguridad que les permita al sector y a las autoridades de la Ciudad darle a esta, los negocios de esparcimiento y diversión que se merece.

La disposición de los representantes de los negocios dedicados a la vida nocturna a colaborar con las autoridades en la elaboración de un plan de reapertura de estos ya ha sido manifestada públicamente y hecha una realidad, con la entrega por escrito de diversos programas y planes… ahora solo falta conocer la voluntad del gobierno de la Ciudad de México de aceptar y aprovechar la ayuda que generosamente están dispuestos a dar los empresarios y  trabajadores que,  juntos con sus familias dependen económicamente del funcionamiento de los restaurantes, bares, centros nocturnos, discotecas, salones de fiestas y similares.

Es el momento de dar un golpe de timón en la estrategia de combate a la pandemia. De dar la oportunidad al establecimiento de un equilibrio entre la necesidad de detener la propagación y contagios del virus entre la población de la Ciudad de México, sin que se detenga y afecte la actividad económica de los sectores productivos.

Sin el cambio mencionado, las consecuencias económicas y sociales adversas para el gremio serán irreparables. Muchos empresarios y empleados se verán obligados a emigrar de la actividad formal y establecida a la actividad informal y ambulante; lo que, definitivamente, a nadie conviene. Aún se está a tiempo de enmendar el camino para bien de todos. @mundiario

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