Biden se perfila como el nuevo presidente de EE UU con un 52% de los votos frente al 42% de Trump

Joe Biden. / Twitter.
El candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Joe Biden / ABC News.
La clave que le permite a Biden tener esta ventaja es que apela a la base moderada del Partido Republicano y de los votantes republicanos descontentos con una gestión de Trump que ha estado basada en la polarización.
Biden se perfila como el nuevo presidente de EE UU con un 52% de los votos frente al 42% de Trump

Las elecciones presidenciales de Estados Unidos siempre generan influencia y trascendencia porque la decisión que obtenga la victoria, es la que determinará el sistema de poder que incidirá en las dinámicas económicas, geopolíticas y militares a nivel mundial, sobre todo la primera. 

Y aunque las encuestas no siempre se traducen en la realidad absoluta de la configuración que tendrán los circuitos electorales el día de los comicios, sí determinan en favor de cuál candidato se inclina la balanza de votación, que hasta ahora apunta hacia el demócrata Joe Biden en medio de los reveses políticos que ha sufrido el actual presidente de EE UU y candidato republicano a la reelección, Donald Trump.


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Mientras tanto, Trump se desinfla y pierde capital electoral, aunque todavía mantiene sólida a su fiel base radical, a pesar de sus mítines multitudinarios y la energía con la que ha vuelto a la escena pública para instaurar una retórica épica de que él es la figura política que puede, aparentemente, solucionar todos los problemas de EE UU tras haber superado (sin mostrar prueba médica alguna) su infección por Covid-19. 

Esto implica que el descontento social marcado en los sectores de la población civil de corte progresista, podría trasladar y concentrar el grueso de votos indecisos y de votos castigo contra Trump a la base electoral de Biden, quien tiene la intención de voto a su favor y el apoyo de estados clave como California, Florida y Pensilvania. Solo le quedaría asegurarse al menos tres de los cuatro estados cuyos colegios electorales deciden la contienda (California, Texas, Nueva York y Florida).

El promedio de sondeos a nivel nacional que elabora la consultora Real Clear Politics, una de las grandes referencias en Estados Unidos, refleja una brecha creciente entre Biden y Trump, que ha pasado de un promedio de 4% - 8% a una ventaja del 10% del demócrata por encima del republicano, lo que equivale a unos 20 millones de votos aproximadamente.

El exvicepresidente del Gobierno de Obama se perfila así como ganador con un 52% de los votos, frente al 42% del actual presidente, lo que supone una ventaja de 10 puntos a tan solo tres semanas de las elecciones.

La clave que le permite a Biden tener esta ventaja es que apela a la base moderada del Partido Republicano y de los votantes republicanos descontentos con una gestión de Trump que ha estado basada en la polarización, el nacionalismo, el proteccionismo y la desrregulación excesiva sobre la economía con resultados perjudiciales a nivel social en materia de impuestos, cobertura médica, deudas familiares, deudas estudiantiles, salarios, entre otros factores.

Y mientras Biden gana terreno en el discurso, en los medios, en la opinión pública y en la percepción social como una figura de cambio que podría erradicar la mercantilización que las élites políticas-financieras han instalado en Washington bajo el mandato actual, Trump se enfoca en reanimar a esa base radical y etnocéntrica a la cual no pudo transmitirle claramente sus propuestas durante el intrincado primer debate presidencial en Cleveland, Ohio.

Al primer acto de campaña de Trump, realizado en Florida el pasado lunes, se le suman esta semana visitas a los estados de Pensilvania, Iowa y Georgia para una agenda que llevará al presidente -aún contagiado de Covid-19 pese a que haya dicho que ya es “inmune”- a ofrecer su proyecto de aislamiento y liberalización económica de EE UU con su narrativa de impedir que el socialismo llegue a la Casa Blanca de la mano de Biden. @mundiario

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