A Taberna do Croio, en la playa de Miño

Luces en la oscuridad.
Haces de luz en la oscuridad.

Hartos de tanto debate político agobiante y confuso, plagado de frutos podridos y envenenados, miembros de A Taberna do Croio nos trasladamos para solaz y devaneo hasta la playa de Miño.

A Taberna do Croio, en la playa de Miño

La manada humana que por aquellos arenales discurría nos produjo la necesidad algo frívola, pero no carente de fundamento de divagar y especular acerca de esa grey. Era un remolino de gentes feas y sin gracia alguna, y si bien es cierto que algún ejemplar pudiese salvarse de la quema no hacía sustancia para mejorar nuestra apreciación de tal multitudinaria reunión. Pensando en la belleza innegable de una manada de cebras listadas, de hermosos caballos, tigres, elefantes, cabras, gatos, codornices, jureles marinos y caballas plateadas, entre otros muchos, nos dábamos cuenta de la escasa belleza de nuestra humana estirpe. Ponderada como la primera y la reina de la creación por el dios de los judíos, cristianos y musulmanes, nosotros entre risitas y chascarrillos coincidíamos en el error tan grande de un dios ignorante y sin mientes como es aquel de definirnos como lo más grande e inteligente. Craso error, cuerpos malformados ya por la edad o simplemente por las deficiencias de la raza ponían de manifiesto que no somos ni los primeros ni los mejores.

Nos apoyamos para arrastrar nuestra existencia en todo tipo de muletas ya intelectuales, físicas, o aquellas todavía peores y necias como son la mayoría de las tradiciones y malas costumbres elevadas a la categoría de excelencia. Vamos, una pobre reducción animal con todo tipo de carencias y necesidades profundas para el desarrollo de unas capacidades bien limitadas. La experiencia de la contemplación de tal manada cargada de sombrajos, sillas, gafas, bolsas, cremas y otras menudencias nos daba la percepción comparativa de lo completo que son las demás especies sin necesidad de tantas apoyaturas esclarecedoras de nuestras grandes limitaciones. Una especie, la humana, casi reciente en el planeta debido a circunstancias climatológicas y ambientales, que posiblemente y por obra y gracia de su insensatez natural pueda que desaparezca más bien pronto que tarde, mientras las demás especies continuarán adornando el planeta, y ya sin el agobio y persecución de los inhumanos seres humanos. Paradojas y comparaciones chuscas.

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