¡Susúrrame al oído! El sexo gana intensidad con todos los sentidos activos

Susurrar al oído sube la temperatura sexual.
Susurrar al oído sube la temperatura sexual.

También en el sexo la comunicación es vital. Susurra al oído lo que deseas, da rienda suelta a tus fantasías. La excitación y el placer pueden llegar a ser extraordinarios.

¡Susúrrame al oído! El sexo gana intensidad con todos los sentidos activos

"El punto G está en el oído, buscarlo en cualquier otro lugar es una pérdida de tiempo."

Isabel Allende.

Susúrrame al oído los placeres con los que me vas a hacer gozar, dime que es lo que le tienes preparado a mi cuerpo, cuéntame que vas a recorrerlo con tus habilidosas manos, que te vas a entretener en mis pechos, lamiendo y mordisqueando mis pezones. Dime que vas a seguir camino al libidinoso paraíso donde te vas a recrear, donde tu lengua y mi ‘botón’ se van a fundir para abrir paso a tus dedos, para preparar la entrada triunfal de tu ardiente ariete.

No te conformes con los gemidos. Sin dejar de lado el clásico “Oh sí, más, más!, suéltate y habla, expresa tus deseos, dile lo que quieres y como lo quieres. Es uno de los secretos del buen sexo, del que te deja en un estado de conmoción tal que hace que la vida sea tan maravillosa.

Con todos los sentidos en juego, el sexo es aún más placentero. Describe situaciones, escenas, encuentros sexuales con todo detalle, no te reprimas, harás que tu pareja desate la imaginación provocando una subida de temperatura y una excitación extra que los dos agradeceréis. Es el momento perfecto para dar rienda suelta a nuestras fantasías sexuales.

No en vano, tanto psicólogos como sexólogos nos recuerdan que la comunicación es clave en la pareja, en todos los ámbitos de la relación. Si no los has hecho nunca puede que tengas que superar las dificultades de una primera vez, pero creedme, es más fácil de lo que parece.

Empieza con un tono suave, sensual, aunque optes por un lenguaje más obsceno, pero siempre con sensualidad, susurrando. Si la vergüenza puede contigo, empieza por expresar lo que estás disfrutando el momento, poco a poco ve soltándote hasta llegar a pedir lo que deseas para por último atreverte a decirle todo lo que le vas a hacer. La comunión de los sentidos hará que la explosión de placer sea inconmensurable.

Por cierto, es una muy buena práctica para un mano a mano. Las masturbaciones recíprocas ganan en intensidad cuando también estimulamos el oído.

Una curiosidad, el oído izquierdo mejor que el derecho. Dice un estudio que recordamos más de un 70% de términos emocionales cuando los escuchamos por el oído izquierdo porque está controlado por la parte emocional del cerebro.

¡Susurrémonos al oído! ¡Volvámonos locos de placer!

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