¿Por qué la Academia sigue sin reparar en las mujeres para el Día das Letras Galegas?

Sede de la Real Academia Galega en A Coruña.
Sede de la Real Academia Galega en A Coruña.

Obviamente, nada tengo en contra de Carlos Casares –el escritor al que se dedicará este año el Día das Letras Galegas–, pero llegados son los tiempos en que se dé a nuestras precursoras el lugar que en la historia de Galicia merecen.

¿Por qué la Academia sigue sin reparar en las mujeres para el Día das Letras Galegas?

La marginación femenina no es cosa de un día: viene del principio de los tiempos. Son siglos en los que la figura de la mujer es discriminada con total impunidad. En los albores del siglo XXI parece anacrónico y pueril que se siga ejerciendo. ¿Se querrá acaso llevarnos al medievo cuando las escritoras poetisas, etc. no podían aparecer con sus nombres? Sacudámonos esa doce melancolía y exijamos iguales derechos que para los hombres. Ni delante, ni detrás, al lado. El siglo XXI no es igual que el XX: hemos evolucionado y aun así parece que perduran los rescoldos del pasado y la igualdad de la mujer es una meta hacia la que estamos caminando muy despacio.

En ese sentido, quiero alzar mi voz reivindicando honores a las féminas que nos han precedido en el ámbito literario y que han hecho Galicia dentro y fuera de nuestras fronteras, que fueron silenciadas por el mero hecho de ser mujeres. La Real Academia Galega nos dio un año más otro claro ejemplo de marginación femenina: desde que se instituyó o Día das Letras Galegas solo tres mujeres merecieron  el honor  de que se les dedicase ese día: Rosalía de Castro, Francisca Herrero y María Mariño, poetisas, ensayistas novelistas, pedagogas… Las demás siguen silenciadas por esta añeja institución, que no repara en las mujeres que silenciosamente trabajaron con ahínco haciendo Patria.

Parece que no queremos entender que, además de escritoras, son gallegas y que esto conlleva un sentimiento que nos une a todos. Tenemos acaso la mala costumbre de denostar lo nuestro por ser diferente. Quisiera que fuésemos máis cobizosos do  noso”. Nuestras escritoras y poetas pueden competir con lo mejor de cada país, de ahí mi protesta por la falta de sensibilidad de la institución cultural gallega. Repito: pido paridad de honores, porque también la mujer gallega, culta y profesional existe. No queramos  tenerla siempre bajo el celemín.

Obviamente, nada tengo en contra de Carlos Casares -el escritor al que se dedicará este año el Día das Letras Galegas-, pero llegados son los tiempos en que se dé a nuestras precursoras el lugar que en la historia de Galicia merecen.

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