¿Por qué no queremos parar o al menos ralentizar el cambio climático?

El cambio climático existe para el 98% de los científicos lo que lo convierte en innegable por mucho que algunos líderes mundiales se aferren al 2% de científicos excépticos que lo niegan. En un programa de Calleja que recorría Groenlandia en compañía de Ana Botín, una mujer inteligente, preparada y con experiencia, esta se mostraba preocupada al comprobar cómo los glaciales y las capas de miles de metros de hielo están desapareciendo por el cambio climático, pero aún le preocupaba más la velocidad a la que está ocurriendo, lo que impide adaptarse a él y defenderse para que el ser humano y la naturaleza sufran lo menos posible. Nadie excepto Trump, Putin, Xi Jinping y Ram Nath, presidentes de los cuatro países ausentes en la Cumbre del Clima celebrada en Madrid recientemente, y cuyos países producen más de la mitad del CO2 existente en la atmósfera, niegan hoy la necesidad de hacer algo más de lo que se está haciendo.
Allí, en Groenlandia, Calleja y Botín se encontraron con un científico que al igual que Ana tenía una gran preocupación por la velocidad que está tomando el proceso que alcanza hoy parámetros que no se debían haber producido hasta 2070. Parece evidente que el ser humano está contribuyendo a esta aceleración pero ya no es tan evidente que podamos parar el cambio dejando de contribuir a él porque la cantidad de CO2 existente ya en la atmósfera no lo permitiría aunque sí podemos acelerar aún más el proceso si continuamos produciendo más anhídrido carbónico. Para muchos científicos es imprescindible investigar cómo se puede capturar ese CO2, lo que antes hacían las selvas que ahora se están quemando o deforestando mientras otros países plantan árboles desesperadamente. Necesitamos un procedimiento de limpieza en el que nadie tiene interés en invertir, ni siquiera los estados que prefieren dedicar sus recursos en ir a Marte. Esto tampoco garantizaría detener el cambio climático porque la Tierra lleva ya muchos ciclos como este sin ayuda del hombre, con un simple cambio de una corriente marina, por ejemplo, pero sí garantizaría una velocidad asumible en el cambio.
Sin embargo ¿quien va a invertir en una investigación que solo produce gastos? No parece sencillo pero debemos esperar que los políticos que se ven más importantes que su país no se vean al menos más importantes que el Planeta. También podríamos preguntarnos porqué no se deja de quemar carbón desde ahora mismo aunque esto es más fácil de entender. Los países más pobres quieren desarrollarse con una energía barata como la que utilizaron los países que ya son ricos, algo que se está llevando parcialmente a cabo vendiendo y comprando cuotas de CO2 cuyo mercado debería sonrojar, y por otro lado las grandes fortunas del mundo, al menos en número, mueven todos los hilos para que la energía tenga su origen en combustibles fósiles. Las energías límpias del futuro podrían ser los motores de hidrógeno y las centrales de fusión nuclear, pero su desarrollo va muy lento porque a nadie interesa que sea rápido. Al menos la energía eólica y la solar tienen la ventaja de que dependen de factores externos por lo que siempre será necesario mantener centrales térmicas operativas aunque su bajo rendimiento repercuta en las tarifas, pero que seguirán comprando petróleo (esperemos que carbón ya no).
La solución está donde siempre estuvo, que los políticos se enfrenten a los poderes fácticos aunque no creo que eso vaya a ocurrir. Será una vez más la presión ciudadana a nivel mundial la que puede cambiar el mundo. Con todo debemos confiar en que siempre hay altruistas y científicos conscientes que logran avances que ningún estado o empresa les había pedido. Entonces nuestra misión será evitar que los maten o hagan desaparecer su descubrimiento esos poderosos servicios mal llamados de inteligencia que están al servicio de los políticos que a su vez están al servicio de lps poderes económicos que controlan el mundo. Tampoco se necesitan muchos lideres sensatos, con los de EE UU, China, Rusia y Europa bastaría. Por mi parte y la de muchos más, si es necesario dinero para investigar como capturar el C02 no dudaremos en aportar fondos vía crownfounding que es la del futuro, la que funciona al margen de la política, las grandes fortunas, o los fanatismos. @mundiario