El programa de Telecinco Hable con ellas es monótono y predecible

Presentadoras de Hable con ellas/ Telecinco
Presentadoras de Hable con ellas. / Telecinco

El problema de Telecinco es su intento de crear continuamente programas parecidos a Sálvame, pero con un rigor periodístico que resulta insulso y obsoleto.

El programa de Telecinco Hable con ellas es monótono y predecible

La Fábrica de la tele dio con la fórmula y es ese patio de vecinas que vemos en Sálvame. Sálvame es genuino, original y entretenido para los que buscamos de vez en cuando evadirnos de la severidad de la buena literatura. El problema de Telecinco es creer que la fórmula es imitable a otras horas y con un mayor grado de seriedad periodística. Claro, y pasa lo que pasa, que Hable con ellas hace aguas. ¿Por qué?

Porque no me interesa para nada la ruptura de Feliciano y Alba Carrillo. Una ruptura de dos soseras no puede servir de promoción para un programa de verano. Además, una de las cosas que peor me han sentado es que reivindica el feminismo a través del machismo más rancio. Cinco mujeres para conducir un programa con contenidos que Ana Rosa o la Griso se ventilan en media hora entre un anuncio de LoMonaco y otro de Fave de Fuca. No me gusta que el programa, que intenta ir de progre y de vendetta fem, utilice el amarillismo como eje de su contenido. Pero es que, detrás de Alba Carrillo, no hay más. Detrás de Rocío, tampoco. A la Barneda no se la ve cómoda y a mí me ponen muy nervioso las mujeres que como ella, siendo tan guapas, no se maquillan o hacen todo lo posible para no lucir talla. Es injusto y una provocación a la genética que tanto tiempo dedicó a modelar un cuerpo que viste siempre como un tutor de colegio marista. 

Hay algo aún más terrible en Hable con ellas y son esos debates de altura, tales como si la infidelidad es perdonable o si los cuernos son una manera de explorar los horizontes del amor. Como ven, todo muy progre, muy igualitario, muy vanguardista. Recuerdan a los debates de la Milá con los obispos allá por los ochenta. Lo tiene difícil Hable con ellas nuevamente, pues no aporta nada que merezca la pena destacar. Sigue siendo un paquebote más en ese río amarillo de las exclusivas y las noticias de papel cuché. Un brindis al sol. Un programa que va de feminista y ultratodo no puede ser un magazine de los que presentaba Pepe Navarro con el tiene usted pelos en la lengua. Mal, muy mal. Tampoco puede este programa ir a la par de Sálvame, y, si se resignara a ser secuela del programa de Jorge Javier, lo haría fatal, porque Alba Carrillo, además de no ser la Campbell, ni la Mascó, ni la Igartiburu, tampoco tiene el gracejo de un Kiko Hernández.

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