La personalidad influye en el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares

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Hombre estresado. / Pixabay.

Los infartos son asociados al estrés que genera un trabajo, pero lo cierto es que la forma en que son afrontados los problemas tiene un mayor peso a la hora de sufrir enfermedades cardíacas.

La personalidad influye en el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares

Las personas que se estresan con facilidad tienen mayores posibilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares. No existen evidencias directas que asocie a los factores estresantes y a las enfermedades del corazón, pero los médicos aseguran que el estrés no es recomendable para la salud de nadie.

Las personas que tienden a estresarse más, que no saben cómo manejar su trabajo o tienen mucha presión por parte de sus superiores, pueden desarrollar infartos, ictus o insuficiencia cardíaca. Pero no se trata del trabajo, sino de la personalidad que tenga cada quien y las capacidades que manifiesta para poder manejar ciertas situaciones. Hay dos tipos de personalidades: la tipo A, en donde las personas se ponen nerviosas ante cualquier situación y se estresan sin importarles lo que les toque enfrentar. Por otra parte, la tipo B, que son personas que buscan soluciones idóneas para manejar sus problemas y se toman todo con calma.

Además de la personalidad, la vida que lleve el individuo influye en gran medida. Gracias a sus pocas capacidades para manejar el estrés, terminan fumando o comiendo en exceso comida poco sana, que deriva en obesidad. Todos estos factores, potencian enormemente la aparición de enfermedades cardiovasculares. Así mismo, hay que agregar el poco ejercicio, el colesterol, la hipertensión, genética y la edad que tenga la persona.

El estrés produce en el cuerpo humano catecolaminas, que son sustancias que aceleran el corazón y generan estados en donde la persona está alerta continuamente sin descansar, ni calmarse. Todos los profesionales se enfrentan a distintos niveles de estrés, no importa si es un empresario, un presidente, un maestro o un doctor. Hay que manejar el trabajo con responsabilidad y saber desarrollar herramientas o métodos que ayuden a combatir el estrés y convertir el trabajo en una actividad llevadera. Lo mejor, es empezar a razonar de manera distinta y saber apreciar muchos puntos de vista, antes de lanzarse al vacío del estrés y de la negatividad.

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