Pelícanos que descienden hasta las barberías y parlotean con los muertos
Eres tan inofensivo como la navaja del barbero, pero Joe y yo no nos fiamos así que avisaremos a los pelícanos para que vigilen tus maniobras de director de orquesta.
Joe y yo frecuentamos la barbería una vez por semana. Y una vez por semana hablamos con nuestros antepasados. Allí están recién levantados de sus féretros, con la bombilla en su boca, con la pereza en sus ojos. Y nos hablan después de masticar el vidrio. Nos hablan de la crisis, de la jodida desaparición de Paul Newman y de esos nuevos sujetadores que llevan las cuarentonas para hacerse pasar por veinteañeras. A veces Joe y y yo preguntamos por mamá, pero es inútil. Mamá yace en Nueva Jersey, enterrada bajo el tilo centenario y allí los muertos no se levantan,sobre todo si ha sido un edema pulmonar el que los ha fulminado. No me preguntéis por qué.
A veces, Luke, el barbero, no se fía de nuestras conversaciones y nosotros tampoco nos fiamos de su navaja, así que los pelícanos están siempre presentes para asegurarse de que nada se salga de madre. Qué bueno es hablar con los muertos en las barberías y recoger las cenizas de nuestras palabras escandalosas y musicales,¿verdad, Joe?
