Pedro Granell, vocalista de Los Eskizos: "De vender discos ya no vive nadie"

Veintidós años después de su inolvidable concierto de despedida, Eskizos regresaron al Noroeste Pop Rock y a la playa de Riazor como teloneros (es un decir) de Madness. Y, a mayores, vuelven a la carretera: en otoño, según Pedro Granell, su guitarra y vocalista", estarán "dando zapatilla porque la gente no se olvida de nosotros". 

Para empezar, Pedro, ¿veintidós años no son nada o el tango se equivoca?

-El tango no se equivoca, no, el R´N´R lo lleva uno en la sangre. Y por mucho que el tiempo pase, esa rabia y pasión la seguimos conservando, yo el primero, mientras el cuerpo aguante…

¿Qué tal esa tensión en las muñecas y en los dedos? ¿Es la misma de ayer o se notan los años a la hora de dar caña?

-[Sonrie] La cuestión es que me corté el tendón del pulgar hace un año aproximadamente y mi mano no ha vuelto a ser la misma desde entonces, aún así responde bastante bien. Una vez que estás sobre el escenario la sangre fluye más rápido…

¿Cómo vais de bolos este veranos? ¿Hay ganas de ver de nuevo a Los Eskizos?

-La vuelta de Los Eskizos se gestó apenas hace dos meses, así que este verano nos lo tomamos con tranquilidad. Lo bueno empieza este otoño-invierno, que estaremos en festivales y le daremos zapatilla. Sí hay ganas de ver a Los Eskizos, sólo con ver la respuesta del público, las llamadas de teléfono, los medios de comunicación… Todo parece indicar que Los Eskizos somos una banda que la gente no ha querido olvidar, fetén.

¿Qué sensaciones sacaste del último concierto de Riazor, en el Noroeste Pop Rock de este año?

-Lo primero es que me lo pasé muy bien, creo que toda la banda, pero la sensación que más hondo ha calado es la de que la música sigue siendo el motor de nuestra vida… También puedo decirte que tocar para 20.000 personas te pone a 1000 por hora.

Daba gusto ver entre el público a generaciones diferentes moviendo los pies y la cabeza al compás…

-Sí, la música es un lenguaje universal y cuando lo que ves y escuchas en el escenario es un acto honesto va directo a la yugular, y más con la energía que derrochamos ese día.

En estos veintidós años desde la separación de Eskizos, ¿cómo crees que ha cambiado el panorama musical español?

-Los discos ya no tiene la importancia de antes, ya no se venden. Ahora lo que prima es tocar en directo, de eso se vive (algunos, claro), no de vender discos. Por otra parte hay mucha más diversidad, algo muy sano para la música española. Existen infinidad de grupos de diferentes palos y puedo asegurarte que lo hacen muy bien.  En la ciudad de A Coruña hay grupos que están tocando por toda Europa asiduamente, gente que ha buscado su sitio en un estilo determinado y les va muy bien. La industria musical ha cambiado, ahora son las bandas quienes tienen la sartén por el mango, para lo bueno y para lo malo. De hecho las discográficas se han convertido en promotoras, ya no es un negocio sacar discos exclusivamente, hay que hacer más cosas.

Y el panorama general, ¿cómo lo ves? Justo cuando vosotros os retirabais, empezaba la crisis del 93…

-Sí bueno, fue una mini crisis comparado con lo de ahora. De todas formas, en tiempos de crisis la creatividad aflora. En ese sentido, en el aspecto cultural, siempre han surgido cosas interesantes. La gente de la cultura es gente inquieta y cuando el hambre apremia…

¿Hasta cuándo tendremos Eskizos?

-Eskizos habrá mientras sigamos sintiéndonos como el primer día. Mientras haya pasión habrá Eskizos.