El paripé de Letizia, la Reina Sofía y las niñas

letizia y sofia en el paripé
Letizia y Sofía en el paripé, con las princesas. / Mundiario

El impacto del numerito de la misa de Palma sigue dando coletazos. Sabiéndolo la Casa Real, es más que probable que hayan orquestado un paseillo de ambas reinas en el mercado de Palma  para mostrar una  aparente normalidad que no ha convencido a nadie.

El paripé de Letizia, la Reina Sofía y las niñas

Letizia, la princesa Leonor, la infanta Sofía, y la reina emérita, parece que siguen trabajando para que el episodio de la misa de Palma –un antes y un después en la percepción pública de Letizia– se les “olvide" a los españoles. Por ello, han realizado un paseo mediático por el Mercado del Olivar de Mallorca, un mercado en el que no han comprado absolutamente ningún alimento, pero que visto lo visto probablemente se haya orquestado como publicidad, no sólo de la fluida relación que existe entre ambas, sino de lo mucho que quiere Leonor a  la Reina Sofía.

Muchas madres y abuelas de este país no han encajado lo del manotazo de Leonor a su abuela en aquella ocasión.  Un gesto imperdonable en una niña. En el paseíllo del mercado, la preadolescente –parece que bien aleccionada– buscaba continuamente, y de forma forzada, tocar a su abuela y cogerle de la mano... cuando todos los padres y madres saben que a esas edades, los niños  rehuyen la mano de los adultos  porque sienten que les infantiliza…

Letizia, en el paseíllo, de vez en cuando  también se dirigía a su suegra con aspavientos, sin que la naturalidad aflorara en ningún momento. Es vox populi, dicho por la propia reina, y todos lo vieron en la misa de Palma, el ninguneo de Letizia hacia Sofía y sus bloqueos para ver a sus nietas... y este paripé de puesta en escena no convenció a nadie. Ya fuera, en la calle, desfilaba como si se viera en la Fashion Week tiesa como un palo echando el pecho hacia delante.

Se fotografíaron las cuatro rodeadas de puestos de fruta, verduras y hortalizas. En todo momento se.  mostraban muy sonrientes. La reina emérita apareció muy natural con un look muy de los suyos de Mallorca –una camisa estampada holgada con pantalón largo blanco y collares étnicos– y las niñas iban normalitas, como todas las niñas. Ella se llevó la palma con su estudiado look supuestamente 'casual'.

Letizia parecía verse  "divina de la muerte" y lucía unas bermudas – un poco cortas para una salida tan mediática– exhibiendo musculadas y glitterizadas piernas. Sorprendió la poca diferencia de estatura con la reina hasta que se vio que para el “cotidiano” paseo llevaba unas altísimas cuñas con plataforma. La bermuda era flojita por delante pero por la parte trasera le marcaba. Llevaba camiseta con una sisa excesivamente escotada y por los lados, dejaba unas aberturas muy inconvenientes para alguien de su posición ( bien podía haberse puesto una sencilla blusita)  y exhibía esos torneados brazos que tanto cultiva en el gimnasio donde van los guardias de palacio. La camiseta era floja por abajo pero por la parte superior le ceñía y traslucía de forma ordinaria su sujetador pushup o similar, y llevaba gafas de sol.  De cara,  estaba muy mona... menos mutante que otras veces. Ya sabemos que su rostro es cambiante dependiendo del tratamiento que se haya hecho, pero las cejas le hacían parecer Mr Spock.

letizia en el Mercado

La reina Letizia.

Por cierto que hace poco se reunió en Zarzuela la familia con los representantes de un organismo para un cometido oficial. Al final, los operarios de la tarea pidieron retratarse con ellos y accedieron, pero uno de ellos, se rezagó… Y ella, ni corta ni perezosa le increpó. “Eh tú, el de la corbata, ponte aquí!.. El de la corbata de turno era un aristócrata de ringo rango que quedó horrorizado. En fin, de esas,  cuentan a los periodistas todos los días... y es que ya parece que Letizia de modales nunca va a aprender.

En fin, esos terribles refranes españoles que cuando un vaso se derrama es imposible volver a recoger el agua… Letizia con aquel numerito de Palma hizo mucho daño a la imagen, no sólo de la monarquía sino de su hija. Tampoco hace nada por acercarla al pueblo como sí lo hacen otras herederas europeas. Estos días lo de Corinna ha sido mucho más grave, evidentemente, pero que la corrupción sobrevuele el entorno del emérito es para el pueblo llano menos impactante que ver a una abuela a la que prohíben ver a sus nietas, a una reina perdiendo los papeles en la puerta de una iglesia y a una niña despreciando a su abuela.

Muchos paripés como el del mercado tienen que hacer para vover a su imagen anterior. Estos son parches que a muy pocos convencen.  Y mientras tanto, el fantástico Rey Felipe aguantando chaparrones por todos sitios. Pero estos aguaceros, no tiene porqué aguantarlos. Cada vez hay más consenso en que el divorcio sería una buena opción para su estabilidad. @mundiario

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