Otto debuta con Red Line: canciones que apuntan buenas maneras de hacer música

Red Line, de Otto/ Facebook
Red Line, de Otto/ Facebook

Otto debuta con su disco Red Line, donde se comprueba la fuerza de una acústica adaptada a unas cualidades vocales que tienden a diferenciarlo de otros artistas.

Otto debuta con Red Line: canciones que apuntan buenas maneras de hacer música

Me llega el disco de un jovencísimo alumno del IES. Tháder, de Orihuela (Alicante). Red Line es el título del disco. Son siete canciones donde se observa la predominancia de una acústica al servicio de una voz que marca diferencias; la voz de Otto, una voz que combina lo pueril con una fuerza no exenta de sutilidad, de un amable don para convertir la disonancia en un estímulo apetecible.

Lo bueno de Red Line es que no es efectista. Otto asume el riesgo de gustar o no gustar, porque es purista, no quiere adornos, ni ornamentos. Y sus canciones conviven con sus virtudes y defectos, y eso es magnífico en un artista que empieza. Y, aunque no me gusta la palabra cantautor, Otto quiere dejar claro su propia identidad en sus letras y en los matices de su voz, una autonomía eficaz que lo desmarca, sin abandonar los guiños al rock, porque su música es una banda sonora que mezcla diversos géneros, desde el pop hasta ciertas resonancias del country.

El camino es largo, pero el chaval ha sido valiente, y hay algo en lo que hace que atrapa, que lo aleja del pop español más manido y elemental. Habrá que esperar, pero no se pierdan "On my own" ni "Closing Time", dos canciones que justifican esta breve reseña.

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